ASIA/COREA DEL SUR - Mensaje de los Obispos coreanos: “Paz y reconciliación con Corea del Norte, con diálogo y paciencia”

miércoles, 18 octubre 2006

Seúl (Agencia Fides) - “La Paz es un don del Señor resucitado a la humanidad. Aunque con fin defensivo, las armas nucleares no pueden ser justificadas en modo alguno. Nos sentimos dolidos por la opción de nuestros hermanos en Corea del norte, que deben colaborar con nosotros para mantener la paz”: lo afirma un mensaje conjunto de dos Comisiones, en seno a la Conferencia Episcopal Coreana. El mensaje, intitulado “Os dejo la paz” está firmado por Mons. Lucas Woon-hoe, Presidente de la Comisión para la Reconciliación con el pueblo coreano, y por Mons, Boniface Choi Ki-san, Presidente de la Comisión “Justicia y Paz”. Las Comisiones, expresando profunda preocupación por la crisis internacional que atraviesa la política coreana, piden a Corea del Norte de dar pasos concretos hacia la paz y la reconciliación, y de no seguir el camino de la carrera armamentística nuclear.
“La Iglesia católica ha siempre reafirmado su posición - señala el texto - rechazando en cualquier modo la guerra”. “En los últimos años Corea del Sur y del Norte han mantenido intercambios y contactos pacíficos, a través de los cuales las dos Coreas han aprendido a reconocer el otro no como enemigo, sino mas bien a mirarso como un único pueblo, como hermanos. Tanto más hoy nadie debe obstaculizar este camino de la reconciliación que el Sur y el Norte han recorrido con mucho esfuerzo; nadie debe hacer volver atrás el camino de la paz y de la unidad en la península coreana. Además nadie debería usar esta situación para provocar odio y conflicto”.
El Mensaje lanza un llamado decidido: “Que la Declaración conjunta sobre la denuclearización de la Península coreana, firmada en 1991, sea respetada y puesta en práctica”. “Un hecho - se afirma - que puede realizarse sólo a través del diálogo y la paciencia. El odio genera odio y la violencia genera más violencia. Por esto la Iglesia católica en Corea rechaza toda forma de violencia”.
Las Comisiones piden a la comunidad internacional “recorrer el camino de la paz con paciencia, no sólo a través de sanciones o boicot, sino a través del diálogo y el negociado”. “La paz debe alcanzarse solamente a través de un constante perdón y con la reconciliación”.
El Mensaje se concluye encomendando la grave crisis de la Península coreana a “Cristo, nuestra paz”, para que “sin intemperancias de la mente y con el deseo del corazón, podamos llevar una auténtica paz en este país, con el aporte de todos los hombres de buena voluntad que obran juntos por la paz”. (Agencia Fides 18/10/2006)


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