Organo de informacion de las Obras Misionales Pontificias desde 1927
Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - “Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, saluda a todos aquellos que, por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, han recibido una fe tan preciosa como la nuestra. La gracia y la paz llegue hasta vosotros en abundancia, por medio del conocimiento de Dios y de Jesucristo, nuestro Señor” (2 Pe 1, 1-2). Con este saludo extraído de las palabras del Apóstol Pedro, el Santo Padre Benedicto XVI se ha dirigido a la Delegación del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, presente en Roma por la Fiesta de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, recibida en audiencia el 29 de junio, al final de la mañana. La Delegación, presidida por Su Exc. Ioannis (Zizioulas), Metropolita de Pérgamo, Co-Presidente de la Comisión Mixta Internacional para el diálogo teológico entre católicos y ortodoxos, estaba compuesta también por Su Exc. Kallistos (Timothy Ware), Obispo de Diokleia, Asistente del Arzobispo de Thyateira y Gran Bretaña, y del Rev. Archimandrita Dionysius Papavasileiou.
“El hecho de que la fiesta de los Santos Pedro y Pablo sea celebrada en el mismo día por católicos y ortodoxos - dijo Benedicto XVI en su discurso - evoca la común sucesión apostólica y la fraternidad eclesial”. La himnografía bizantina atribuye a San Pedro el título de “protocorifeo”, “el primero que en el coro tiene la tarea de mantener la armonía de las voces, para la gloria de Dios y el servicio de los hombres”, dijo el Papa agradeciendo a continuación a la Delegación: “Os agradezco a vosotros que habéis venido a unir vuestra oración a la nuestra, animados por el común compromiso de continuar el camino que nos conduce a la progresiva eliminación de toda desarmonía en el coro de la única Iglesia de Cristo”.
Tras haber recordado algunas “importantes ocasiones de encuentro o diálogo fraterno” previstas y ya en calendario, el Santo Padre Benedicto XVI invitó a rezar “para que el Espíritu Santo ilumine y caliente nuestros corazones, refuerce la común voluntad de responder, en lo que depende de nosotros, a la ardiente oración del Señor: “Ut unum sint”, para que los discípulos de Cristo, unidos en la fe, anuncien juntos su Evangelio al mundo entero para que, creyendo en Él, todos seamos salvados en Él”. Después el Papa dijo que espera “poder realizar una peregrinación apostólica a Turquía, país de antigua y rica cultura, país noble en el que vivieron muchos Santos Padres de nuestra tradición eclesial, teológica y espiritual” en ocasión de la fiesta de San Andrés Apóstol. “Estoy seguro que este intercambio recíproco reforzará la fraternidad eclesial y facilitará la colaboración en nuestras iniciativas comunes”, concluyó Benedicto XVI invocando la ayuda del Señor “para avanzar con renovada confianza hacia el día en que podamos celebrar juntos la Santa Eucaristía del Señor, como signo de plena comunión”. (SL) (Agencia Fides 30/6/2006 Líneas: 37 Palabras: 516)
