AMÉRICA/BRASIL - En la solemnidad del Cuerpo y Sangre del Señor, beatificado en Belo Horizonte el Padre Eustaquio Van Lieshout, misionero holandés al servicio de los pobres y de los que sufren

miércoles, 14 junio 2006

Belo Horizonte (Agencia Fides) - El jueves 15 de junio, Solemnidad del Cuerpo y Sangre del Señor, el Cardenal José Saraiva Martins, Prefecto de la Congregación para la causa de los Santos, presidió en Belo Horizonte (Brasil) la liturgia de beatificación del Padre Eustaquio Van Lieshout, de la Congregación del Sagrado Corazón (Picpus). Nacido en Holanda, en Aarle-Rixtel, el 3 de noviembre de 1890, Eustaquio entró en la Congregación de los Sagrados Corazones atraído por el ejemplo del P. Damián, misionero entre los leprosos de Molokai, beatificado por Juan Pablo II en 1995. Ordenado sacerdote el 10 de agosto de 1919 en Bavel, el Padre Eustaquio se dedica a ayudar al Maestro de Novicios, a asistir a los inmigrantes belgas y también al ministerio parroquial, hasta el 1925 en que es enviado a Brasil. Llega a Río de Janeiro el 12 de mayo 1925 y permanecerá en esta nación hasta el día de su muerte, acontecida el 30 de agosto 1943 en Belo Horizonte.
Su ministerio en tierra brasileña estuvo ligado principalmente a la pastoral parroquial, desarrollándose en diversas localidades, sobre todo en los estados de Minas Gerais y San Pablo. Tenía un don particular para asistir y curar a las personas, sea desde el punto de vista físico que moral, tratando de evitar que éstas recurriesen a prácticas mágicas o espiritistas, invitándolas en cambio a la oración y a la confianza en la bendición del Señor. Muchas personas que se dirigieron a él fueron curadas, por eso se hizo famoso y conocido como “santo” ya en vida. Por este motivo se vio obligado a cambiar frecuentemente de residencia, a fin de evitar manifestaciones excesivas y problemas de orden público. A causa de todo esto, durante un tiempo, sus superiores consideraron prudente alejarlo incluso del ministerio público. Una vez en Río de Janeiro, las autoridades tuvieron que interrumpir el tráfico en las calles a causa de la gran cantidad de personas que se amontonaban en torno a la Iglesia de la Inmaculada donde el P. Eustaquio se encontraba para desarrollar su ministerio. Su campo principal de apostolado eran principalmente los pobres y los enfermos, tanto que murió del tifus contraído durante su incansable obra de asistencia. En su vida consiguió conciliar contemplación y acción, buscando todo medio posible para hacer llegar el Evangelio de Jesús a todas las personas, de cualquier condición social. (SL) (Agencia Fides 14/6/2006 Líneas: 30 Palabras: 430)


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