VATICANO - "La vida cristiana es misterio de comunión con Jesús" afirma el Papa en el rezo del Regina Cæli y recuerda los 25 años del atentado a Juan Pablo II, "milagrosamente salvado de la muerte por la intervención de 'una mano materna"'

lunes, 15 mayo 2006

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - La unión con Dios por medio del sacramento de la Eucaristía y los 25 años del atentado de Juan Pablo II, en el día de la fiesta de la Virgen de Fátima, han sido los dos temas sobre los que el Papa Benedicto XVI se ha centrado en el rezo del Regina Cæli con los fieles y peregrinos, el domingo 14 de mayo. Recordando el Evangelio del V domingo de Pascua, "en el que Jesús, hablando a los discípulos en la última Cena, los exhorta a permanecer unidos a Él como los sarmientos a la vid", el Papa ha dicho que "la vida cristiana es misterio de comunión con Jesús.... El secreto de la fecundidad espiritual es la unión con Dios, unión que se realiza sobre todo en la Eucaristía, justamente llamada también Comunión". Después ha dirigido un particular saludo a los numerosos niños que durante este período reciben la primera comunión, deseándoles "que se conviertan en sarmientos de la Vid que es Jesús y crezcan como sus verdaderos discípulos."
A continuación el Papa ha recordado las apariciones de la Virgo en Fátima, el 13 de mayo de 1917, en las que se manifestó repetidas veces a los tres pastorcillos. "El mensaje que les confió, en continuidad con el de Lourdes, fue una fuerte llamada a la oración y a la conversión; mensaje realmente profético considerando el siglo XX afligido por inauditas destrucciones, causadas por las guerras y los regímenes totalitarios, así como extensas persecuciones contra la Iglesia. Además, el 13 de mayo de 1981 - hace 25 años - el Siervo de Dios Juan Pablo II sintió que se había salvado milagrosamente de la muerte por la intervención de una "mano maternal", como él mismo dijo, y todo su pontificado quedó marcado por lo que la Virgen había preanunciado en Fátima. Si bien no han faltado preocupaciones y sufrimientos, si bien todavía hay motivos de aprensión ante el futuro de la humanidad, consuela lo que prometió la «Blanca Señora» a los pastorcillos: "Al final, mi Corazón inmaculado triunfará'. El Papa Benedicto XVI ha agradecido después a la Virgen Maria "por su constante intercesión" y la ha invocado para que continúe velando "en el camino de la Iglesia y de la humanidad, especialmente sobre las familias, las madres y los niños". (S.L) (Agencia Fides 15/5/2006 - Líneas: 28 Palabras: 429)


Compartir: