PMS SRi Lanka
Colombo (Agencia Fides) – “Ahora que el tifón ha terminado su devastación, se pueden constatar los daños incalculables en infraestructuras y en la vida de cientos de miles de personas. Todo el país ha sido arrasado, y los daños son tres veces superiores a los del tsunami de 2004. Carreteras, casas, líneas ferroviarias, puentes destruidos: la devastación es impresionante. Una marea de lodo ha arrasado la vida de mucha gente que debe empezar de cero. Es un nuevo comienzo, hay que arremangarse y recomenzar”, declara a la Agencia Fides el padre Basil Rohan Fernando, sacerdote de Colombo y director de las Obras Misionales Pontificias (OMP) en Sri Lanka, mientras el país intenta recuperarse tras la furia del ciclón Ditwah.
“Impacta ver los daños causados por el lodo que, incluso en las casas que quedaron en pie, ha destruido todo: utensilios, libros, ropa… todo inutilizable. La gente está desesperada, de repente se ha quedado solo con la ropa que llevaba puesta. Es realmente muy triste”, subraya el sacerdote.
“Actualmente se trabaja en limpiar las casas, pero lo que queda es solo la estructura. Además, surge el problema de la supervivencia y de cómo cubrir las necesidades básicas: ¿dónde conseguir comida o algo de arroz? ¿Dónde cocinarlo?”, añade. “Los daños a la agricultura y a la pesca son gravísimos: enormes plantaciones de té y otros cultivos han sido arrasadas, lo que plantea un problema de supervivencia para miles de agricultores y pescadores, sectores sensibles de la economía nacional”, observa el director de las OMP.
“En todo esto – destaca – debe reconocerse el extraordinario compromiso del gobierno: se ofrecen subsidios a las familias y los equipos de rescate y emergencia, incluidos los llegados del extranjero, están activos en todo el país”.
El padre Fernando también destaca la solidaridad de las comunidades católicas: “Hay una amplia movilización, todos están dispuestos a ayudar; especialmente los jóvenes voluntarios se esfuerzan en distintas zonas del país, sobre todo en las más afectadas, como las diócesis de Badulla y Kandy, en el centro de la isla. Es un espíritu que reconforta los corazones afligidos”.
“Como testimonio del compromiso de la Iglesia en apoyar a los fieles en momentos difíciles, el obispo de Badulla, Jude Nishantha Silva, visitó algunas comunidades para llevar consuelo y apoyo concreto, entregando bienes de primera necesidad. Muchos otros sacerdotes y religiosos hacen lo mismo”, agrega. Junto a Caritas, “los grupos de las Obras Misionales Pontificias también están activos en la asistencia a las familias: todos estamos poniendo recursos a disposición para compartirlos con quienes lo han perdido todo” dice el sacerdote
El padre Fernando recuerda: “Vivimos este tiempo de Adviento como un tiempo especial de solidaridad y caridad. Estamos unidos espiritualmente, en comunión de espíritu, y sentimos la cercanía del Papa León, a quien agradecemos porque, en el Ángelus del 7 de diciembre, se acordó de nosotros: nos lleva en su corazón y nos expresa su afecto y oración; esto nos da un gran ánimo”.
“Nos acercamos a la Navidad, un tiempo de esperanza. Oramos y confiamos en que para Sri Lanka sea un momento de renacimiento y de nueva esperanza para el futuro”, concluye el sacerdote.
(PA) (Agencia Fides 9/12/2025)