Dili (Agencia Fides) – «La población timorense ha celebrado y sigue celebrando la entrada de Timor Oriental en la ASEAN. Hay una gran expectación, grandes esperanzas, sobre todo entre los jóvenes, que ven la adhesión como la apertura de nuevas y fructíferas oportunidades de empleo y de futuro», declara a la Agencia Fides el padre Bento Pereira, portavoz y responsable de comunicaciones y medios de la Conferencia Episcopal de Timor Oriental, además de Director nacional de las Obras Misionales Pontificias en el país asiático, tras la oficialización de la adhesión de Timor Oriental a la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).
Según el padre Pereira, «toda la nación esperaba este momento desde hace más de veinte años. Ahora se ha hecho realidad. Se puede crear red y subirse al tren de la ASEAN, que ofrece perspectivas de desarrollo de intercambios económicos que pueden beneficiar al crecimiento de Timor Oriental y desarrollar su potencial. Esto se considera un paso muy positivo para la joven república timorense».
El portavoz añade: «Los ciudadanos timorenses también están convencidos de que pueden aportar algo: no solo recibirán, sino que también darán. Será un intercambio. Timor Oriental entra y se une a la asociación con su identidad, su cultura, sus recursos y también con la fe, parte integrante de nuestra vida».
En cuanto al fenómeno migratorio, el sacerdote explica: «En Timor ya existe un alto grado de emigración entre los jóvenes; hoy, por un lado, se teme que este fenómeno pueda aumentar, también por el desafío crónico del desempleo; por otro lado, los jóvenes podrán desplazarse a países asiáticos para formarse o trabajar, y luego traer aquí sus competencias. Sin embargo, se ven buenas oportunidades de educación superior y formación profesional cualificada».
Desde la perspectiva religiosa, el director nacional observa: «Desde el punto de vista de la fe, los jóvenes y los ciudadanos timorenses, cuando se van al extranjero, llevan y conservan su fe y su cultura. No tienen miedo de ser testigos del Evangelio: incluso con motivo de las fiestas, sean cuales sean, siempre tienen un momento espiritual, como una misa, para dar gracias a Dios por todos los dones recibidos. La fe es parte integrante de nuestra cultura y se convierte en testimonio incluso en lugares o países donde hay pocos católicos. Además, hay comunidades de emigrantes timorenses en Europa, Australia y Corea del Sur, y la Conferencia Episcopal envía sacerdotes para su asistencia pastoral. En un mundo en el que los migrantes son también misioneros, esta dinámica también involucra al pueblo timorense».
Por su parte, el arzobispo de Dili, cardenal Virgilio do Carmo da Silva, ha acogido con satisfacción la decisión de la ASEAN e invitado a la población a «seguir vigilando e invirtiendo en las capacidades futuras del país», ya que «no es seguro que este paso traiga automáticamente prosperidad a la nación». El cardenal ha recordado además que «convertirse en miembro de la ASEAN es un motivo de orgullo para todos los timorenses. Pero también significa que tendremos que esforzarnos al máximo en todos los ámbitos, especialmente en la educación. La educación es un sector crucial que hay que desarrollar y es la clave del progreso».
Timor Oriental, un joven Estado asiático con una población de aproximadamente 1,3 millones de habitantes, en su mayoría católicos, se ha convertido en el undécimo miembro de la ASEAN, tal como se ha ratificado oficialmente en la cumbre celebrada en Kuala Lumpur el 26 de octubre. El acceso del pequeño país a la alianza garantiza a una de las naciones más jóvenes y pobres del mundo -con un PIB de apenas 2.000 millones de dólares- la entrada en una comunidad económica de unos 680 millones de personas.
Como señalan los analistas, la plena integración requerirá la adopción de acuerdos de libre comercio, lo que expondrá a Timor Oriental a una fuerte competencia en la región.
Antigua colonia portuguesa durante más de cuatro siglos, Timor Oriental se declaró independiente en 1975. Indonesia invadió el país nueve años después, dando inicio a una ocupación que duró 24 años. En 1999, un referéndum promovido por las Naciones Unidas allanó el camino hacia la independencia, proclamada oficialmente en 2002.
(PA) (Agencia Fides 28/10/2025)