Archdiocese of Cebu
Cebú (Agencia Fides) – El nuevo arzobispo de Cebú, Mons. Alberto Uy, en la mañana del 30 de septiembre celebró la misa de toma de posesión en la catedral de la ciudad, en el centro del archipiélago filipino, saludando a los fieles e iniciando oficialmente su ministerio pastoral.
Esa misma tarde, a las 21:59 hora local, un fuerte terremoto de magnitud 6,9 sacudió el extremo norte de la isla de Cebú, cerca de la ciudad de Bogo, de 90.000 habitantes. El seísmo destruyó o dañó numerosos edificios –incluidas varias iglesias–, provocando la muerte de más de 60 personas y dejando a miles de desplazados, según el Consejo Nacional de Reducción y Gestión del Riesgo de Desastres. El temblor se sintió ampliamente en las islas Visayas (la zona central del archipiélago) y también en regiones más meridionales.
El primer gesto del arzobispo Uy ha sido mostrar cercanía a la población afectada enviando de inmediato un mensaje de condolencia a las familias que han perdido a sus seres queridos: «Que el Señor os dé fuerza y esperanza», ha dicho, invitando a todas las comunidades católicas a mantenerse unidas en la oración y en el apoyo mutuo durante la fase de recuperación.
A la mañana siguiente, el 1 de octubre, el prelado ha visitado personalmente las zonas afectadas, llevando consuelo y manifestando la solicitud de toda la Iglesia. «No estáis solos», ha asegurado a quienes se encuentran en situación de precariedad.
La Arquidiócesis ha pedido a las parroquias de la región que no utilicen los edificios de culto hasta que sean revisados por ingenieros y declarados «seguros». Entre los más dañados figuran el histórico santuario archidiocesano de Santa Rosa de Lima en Bogo City, el santuario de San Vicente Ferrer y la iglesia de San Pedro y San Pablo, entre otros.
En su misa de toma de posesión, Mons. Uy había pedido ya la colaboración estrecha de sacerdotes, religiosos, catequistas y laicos «por el bien de todos los cebuanos», recordando que ha sido llamado a dirigir una de las diócesis más grandes del país, con más de 4,8 millones de católicos. El trágico terremoto, ha afirmado el mismo, será la ocasión de demostrar de inmediato esa comunión y cooperación, para «mantener viva la llama de la esperanza».
(PA) (Agencia Fides 2/10/2025)