AMÉRICA/BRASIL - El padre Mario Lanciotti, misionero saveriano, entre mitos, cuentos y leyendas de los indígenas del Amazonas

jueves, 17 julio 2025

Por Gianluca Frinchillucci

Roma (Agencia Fides) – Una nueva luz se ha encendido sobre el testimonio misionero entre los pueblos del Amazonas. El profesor Mario Polia, antropólogo, historiador de las religiones y profundo conocedor de las culturas andinas, ha editado una valiosa recopilación de relatos orales recogidos por el padre Mario Lanciotti, misionero saveriano activo en Brasil en los años sesenta tras su servicio misionero en China y Japón.

La obra reúne mitos, cuentos, leyendas y relatos cosmogónicos transmitidos oralmente durante generaciones por los indígenas del Amazonas. El padre Lanciotti los escuchó directamente de los fieles de sus misiones, durante largas veladas en las aldeas, a menudo a la luz de la luna, con el sonido de grillos y ranas nocturnas. “Para mí –escribía- no era un pasatiempo: lo consideraba indispensable para mi labor misionera”.

“Siempre he tratado de comprender mejor al pueblo al que he sido enviado y de ayudarlo según mis posibilidades y capacidades. He procurado amarlo y aceptarlo tal como es, evitando el ruido y el paternalismo”, relataba en uno de sus testimonios. Y aún más, en una carta a un amigo, escribía palabras de luminosa serenidad: “Estoy aquí, en medio de la selva amazónica, a orillas del río Xingu. Soy feliz. Cuando conseguí trabajar en este lugar abandonado tenía más de 71 años, pero ahora siento que he rejuvenecido 40. Aquí me siento verdaderamente en mi lugar como misionero. ¡El Señor ha sido demasiado bueno conmigo en mi vejez! Si quieres ser feliz, ¡ven conmigo!”.

“El padre Lanciotti -afirma Polia- supo recopilar estos testimonios orales aun siendo consciente de que, para muchos, esas creencias debían superarse. Como él mismo decía, las viejas supersticiones permanecen en las capas profundas del alma, como carteles pegados uno sobre otro: cuando se arranca el primero, reaparece el anterior. La gran inteligencia de Lanciotti fue comprender que, para evangelizar, primero hay que conocer la forma de pensar del otro. Su recopilación es un acto de respeto y de escucha”.

“Pasé un largo periodo en la zona del río Xingu, en la frontera entre las tierras ocupadas por los blancos y los bosques donde aún viven las tribus indígenas -señalaba el padre Lanciotti en otro relato-. Pasé muchas tardes con los indios ‘civilizados’. Nos sentábamos en la hierba, a la luz de la luna, mientras grillos, sapos y pájaros nocturnos nos acompañaban. Después de la instrucción religiosa, animaba a mis interlocutores indígenas a contarme cuentos de la selva y hechos mitológicos transmitidos a lo largo de los siglos”.

El padre Mario Lanciotti (1901-1983), originario de Cupra Marittima (Ascoli Piceno, Italia), fue misionero saveriano durante cincuenta años en China, Japón y, finalmente, Brasil. Trabajó en las zonas más difíciles de Pará y Xingu, dedicando su vida al servicio de los más desfavorecidos. Casi ciego, pidió vivir sus últimos años en un asilo de ancianos en Belém, “pobre entre los pobres”. Fue enterrado en Abaetetuba, a orillas del río Amazonas.
(Agencia Fides 17/7/2025)


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