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El Cairo (Agencia Fides) – «Me siento privilegiado por haber conocido una faceta tan diferente de la Iglesia, compartiendo también algunos pasos con mis hermanos musulmanes. Una oportunidad preciosa para vivir una experiencia misionera con la Iglesia copta de Egipto».
Anselmo Fabiano es un joven que ha vivido dos años en misión antes de regresar a Italia para concluir sus estudios de teología en Padua, en camino hacia el sacerdocio.
«Peregrino en el silencio del desierto, entre monasterios antiguos, minaretes que tocan el cielo y una cultura tan diferente y fascinante. Sin duda, no han faltado las dificultades. La misión también está hecha de imprevistos, de retos, de experiencias inimaginables –señala-. Y precisamente por eso doy aún más gracias a Dios por haberme protegido y acompañado incluso en los momentos complicados, haciéndome sentir y tocar su presencia viva en mi vida».
«Guardo en mi corazón a las personas que he conocido, los muchos momentos de vida compartida en las visitas a las familias, en las celebraciones litúrgicas, en la fe y en la amistad recibida y entregada. Mi vida cotidiana ha estado impregnada de humanidad y de relaciones que me han concedido la gracia de tocar con mis propias manos la fe y el amor por el Señor de este pueblo».
«En estos días he renovado mi sí al Señor en la Sociedad de las Misiones Africanas, prometiendo dedicar mi vida al anuncio del Evangelio a las naciones, y especialmente a África. Un momento intenso de oración y de fiesta, en la sencillez y la alegría de la fe de esta gente. Con este sí comienza otro paso en mi camino hacia el sacerdocio».
«Es tiempo de despedidas, de recuerdos, sonrisas y abrazos antes de regresar a Italia -concluye Anselmo-. El corazón está lleno de gratitud por estos años de vida misionera, por los muchos encuentros y las muchas experiencias vividas en esta tierra».
(AP) (4/6/2025 Agencia Fides)
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