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Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Pasos adelante hacia la beatificación de Eduard Profittlich, misionero jesuita de origen alemán, arzobispo titular de Adrianópolis, muerto en el campo de detención soviético de Kirov en 1942.
Esta mañana, el Papa Francisco ha dado luz verde a la promulgación del decreto relativo a su martirio, que tuvo lugar el 22 de febrero de 1942, ex aerumnis carceris, es decir, por «los sufrimientos de la prisión».
Nacido el 11 de septiembre de 1890 en Birresdorf (Alemania), de padres campesinos, creció en el seno de una familia numerosa. Tras terminar sus estudios clásicos, ingresó en el seminario de Tréveris en 1912, pero al año siguiente, atraído por la espiritualidad de la Compañía de Jesús, fue admitido en el noviciado jesuita de Heerenberg, Holanda. Pocos años después, su hermano mayor, Pedro, murió como misionero en Brasil.
Al estallar la Primera Guerra Mundial, fue llamado al ejército alemán y destinado al servicio médico. Tras la guerra, reanudó sus estudios de Filosofía y Teología, y se hizo sacerdote el 27 de agosto de 1922. Tras doctorarse en Filosofía y Teología en la Universidad Jagellónica de Cracovia, fue enviado a Estonia como parte de la Misión Oriental de la Compañía de Jesús y se le confió el cuidado pastoral de la Parroquia de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo de Tallin.
El 11 de mayo de 1931, Pío XI le nombró Administrador Apostólico de Estonia. En su actividad ministerial, trabajó para reconstituir la comunidad católica, que entonces no era muy numerosa. Elaboró un plan pastoral, mejoró la formación del clero local, creó nuevas parroquias e invitó a sacerdotes, religiosos y religiosas de Polonia y Checoslovaquia a llevar a cabo una labor evangelizadora en Estonia. En noviembre de 1936, Pío XI le nombra arzobispo y le asigna la sede titular de Adrianópolis.
Con la invasión soviética de Estonia en junio de 1940, casi todos los sacerdotes fueron detenidos. Él, que podría haber regresado a su país, optó por permanecer en Estonia con sus fieles. El 27 de junio de 1941, fue detenido y deportado a Kirov, en Rusia, acusado de agitación antisoviética y asistencia a clérigos católicos en el extranjero. En el campo, fue sometido a múltiples torturas a las que respondió declarando que su única misión había sido la educación religiosa de los fieles que le habían sido confiados. Condenado a muerte, murió antes de que se ejecutara su sentencia a causa de los sufrimientos del encarcelamiento, el 22 de febrero de 1942.
De las actas de los interrogatorios a los que fue sometido se desprende claramente su fe. Su martirio material sólo se conoció muchos años después de su trágica muerte, tras la caída del régimen soviético.
El 30 de enero de 2002, la Conferencia de Obispos Católicos de la Federación Rusa inició la causa de beatificación. El 30 de mayo de 2003, la Congregación para las Causas de los Santos concedió el «nihil obstat» para la causa bajo el título «Causa Beatificationis seu Declarationis Martyrii Servorum Dei Eduardi Profittlich Archiepiscopi titularis Hadrianopolitani in Haemimonto Administratoris Apostolici Estoniensis, ex Societate Iesu et XV Sociorum». El procedimiento eclesiástico se abrió en San Petersburgo.
(F.B.) (Agencia Fides 18/12/2024)
