ASIA/FILIPINAS - Eucaristía y pobreza: los franciscanos conmemoran la Navidad de Greccio

jueves, 21 diciembre 2023 franciscanos   navidad  

Cebú (Agencia Fides) - En Filipinas existe un vestigio del valle de Rieti, la "tercera patria" de San Francisco de Asís (después de Asís y La Verna). Los frailes de la "casa de Rieti" en Quezon city, que gestionan el Centro de retiros espirituales "Poggio Bustone", en la localidad de Zambales, junto con los hermanos de la Provincia franciscana de San Pedro Bautista y de la Custodia de San Antonio de Padua, han celebrado en los últimos días el octavo centenario de la Navidad de Greccio con un encuentro en Cebú City. Los franciscanos de Filipinas han querido "hacer memoria" del primer Nacimiento instalado en la pequeña localidad del valle de Rieti por San Francisco de Asís para renovar su misión, "fundada en la Eucaristía y en la pobreza", los dos elementos esenciales de la Navidad de Greccio. A la asamblea nacional, organizada por la Conferencia Interfranciscana de Ministros de Filipinas (CIMF), han asistido representantes de las tres órdenes de la Familia Franciscana, hermanos, hermanas y laicos, entre ellos jóvenes, en total unas 800 personas.

El hermano Antonio María L. Rosales, OFM, ha recordado a los presentes que: "El primer Belén fue una lección de amor y de pobreza: para nosotros es un momento de revisión de la kénosis de Dios y de su amor a toda la Creación".

Para recordar y revivir el espíritu de la Navidad en Greccio, los franciscanos filipinos han querido realizar una "Caminata por la Creación", para redescubrirse a sí mismos y su relación con Dios en contacto con la naturaleza, realizando después una actividad de plantación de unos 1.200 árboles en un pueblo de la zona. Asimismo, han promovido iniciativas solidarias en favor de los necesitados, con la asistencia de médicos, dentistas, enfermeros y agentes de salud voluntarios, que han atendido a más de 1.240 personas. Además, unos 500 niños de una aldea rural han participado en un programa de alimentación y nutrición.

Al renovar el compromiso de seguir al Señor inspirados por San Francisco, la asamblea ha redactado y difundido una declaración con motivo del octavo centenario del belén, reafirmando: "Nos comprometemos a revivir el misterio y la experiencia de Greccio en cada comunidad local. Nos comprometemos a profundizar en nuestra oración y devoción personal y comunitaria, a fortalecer los fundamentos de nuestra vida fraterna, servicio apostólico y estilo de vida evangélica en la sociedad".

Dondequiera que se congreguen los franciscanos, el espíritu de alegre fraternidad siempre está presente. En esta línea, los jóvenes franciscanos han realizado una representación teatral de la historia de Tomás de Celano sobre la Navidad de San Francisco en Greccio. La Familia Franciscana de Filipinas sostiene que "celebrar los centenarios franciscanos" ofrece una valiosa oportunidad para redescubrir la riqueza de su carisma con una visión profética hacia el futuro. Buscan que "el mensaje de esperanza, humildad y alegría que emana de Greccio pueda encarnarse en la vida de la gente de hoy".

Desde su llegada al archipiélago en 1577, los franciscanos han aportado una valiosa contribución a la evangelización de Filipinas. Además de fundar ciudades y parroquias, se dedicaron a la creación de instituciones caritativas como el Hospital de San Juan de Dios (1580), el Hospital de Naga en San Diego (1586), el Hospital de las Aguas Santas en Los Baños (1592) y el Hospital de San Lázaro (1580), la primera leprosería de Extremo Oriente. Los franciscanos también compusieron el primer diccionario español-tagalo (Vocabulario de la Lengua Tagala), que se publicó en 1613. Asimismo, se les atribuye la autoría del primer libro impreso en Filipinas en 1593 y del primer catecismo sobre los Diez Mandamientos en tagalo.

En el ámbito social, los franciscanos introdujeron los "montes de Piedad" (casas de préstamo) en la región, iniciaron la construcción de infraestructuras como carreteras, presas y puentes, y establecieron el primer sistema de abastecimiento de agua. Uno de los franciscanos más destacados fue San Pedro Bautista (1542-1597), quien, entre varios ministerios apostólicos, defendió la dignidad de los indígenas de Zambales. Posteriormente, fue misionero en Japón, donde encontró el martirio.

Desde su llegada al país hasta el final de la misión franciscana española en 1898, los misioneros lograron fundar más de 200 comunidades. En la actualidad, los franciscanos continúan sirviendo en diversas zonas del país, desempeñando roles en numerosas parroquias, escuelas y campos de apostolado. Sus compromisos incluyen la presencia en cárceles y hospitales, así como el compromiso por la justicia, la paz, la salvaguarda de la creación y el diálogo interreligioso.
(PA) (Agencia Fides 21/12/2023)


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