Seúl (Agencia Fides) - Durante su visita a Corea del Sur para celebrar el 60 aniversario de las relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y Corea del Sur, el Arzobispo Paul Richard Gallagher, Secretario vaticano para las Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales, ha celebrado una importante Eucaristía ayer, 21 de noviembre, en el Santuario de Seosomun, en la que ha afirmado: “Los primeros evangelizadores de la 'Tierra de la Calma Matutina' fueron laicos y estudiosos que aprendieron la doctrina cristiana sin la ayuda de misioneros extranjeros”. Eran personas que “descubrieron la fe en el contexto de su trabajo administrativo y académico, un testimonio del aspecto público que está profundamente arraigado en ser discípulos de Cristo en Corea”.
El santuario de Seosomun conmemora a los primeros mártires coreanos, 103 de los cuales fueron canonizados por San Juan Pablo II el 6 de mayo de 1984 en Corea. La misa en el santuario de Seosomun ha sido un conmovedor recordatorio de los sacrificios de estos mártires y de la resistencia de la comunidad católica coreana. En su homilía, el Arzobispo Gallagher se ha referido a la rica historia de la comunidad católica coreana, destacando su contribución al bienestar cívico, social e integral de la nación.
En la celebración eucarística han participado el arzobispo de Seúl, monseñor Peter Soon-taek Chung, el obispo de Suwon, monseñor Matthias Yong-hoon Ri, y el presidente de la Conferencia Episcopal Coreana, junto con representantes de las autoridades civiles, sacerdotes, religiosos y fieles.
El Arzobispo Gallagher ha elogiado “la laboriosidad y el dinamismo de la comunidad católica coreana como un valioso recurso que influye profundamente en la vida a través de asociaciones, organizaciones benéficas e instituciones educativas”. Ha instado a valorar “este rico patrimonio y a continuar la labor de los precursores que, guiados por la fe, han aportado contribuciones duraderas a la sociedad”.
Reflexionando sobre la memoria de la Presentación de la Virgen María, el Arzobispo ha destacado “el potencial de la fe y la devoción de cada cristiano a la hora de dar frutos para toda la familia humana”.
En una nota de la Archidiócesis de Seúl, se afirma que la celebración constituye “un testimonio de la amistad y la cooperación duraderas entre la Santa Sede y Corea del Sur”. La nota también señala que el número 60 - significativo en la cultura coreana- representa “el paso a un nuevo ciclo de vida y a una fase de mayor plenitud”.
Días atrás, el Secretario para las Relaciones con los Estados intervino en un Simposio de Estudio, celebrado en Seúl, donde subrayó que la labor diplomática tiene como objetivo construir la estabilidad, la seguridad y la paz, “una paz que no sea un mero equilibrio de poder, sino que se base en la justicia”.
En los sesenta años de historia de las relaciones entre Corea y la Santa Sede, ha habido tres viajes apostólicos de papas a Corea del Sur: Juan Pablo II en 1984 y 1989; Papa Francisco en 2014. También ha habido visitas de jefes de Estado coreanos al Vaticano: el presidente Kim Dae-jung en 2000; el presidente Moon Jae-in en 2018 y 2021, lo que atestigua la solidez de las relaciones mutuas.
(PA) (Agencia Fides 22/11/2023)