ASIA/BANGLADESH - Desde hace 50 años, una organización de artesanía creada por Caritas Bangladesh trabaja por la emancipación y el desarrollo de las mujeres.

miércoles, 27 septiembre 2023 cáritas   mujeres  

Dhaka (Agencia Fides) - Antu Rani Sarkar nació en una familia humilde. En su camino tuvo la oportunidad de asistir a un curso de formación promovido por “CORR-The Jute Works” (CJW), una organización que enseña a fabricar productos de yute. “Gracias a esa formación profesional, cambié la situación económica de mi familia. Mis dos hijos tienen estudios y han encontrado buenos trabajos. Compré tierras y construí una casa”, cuenta a la Agencia Fides Sarkar, hindú de 58 años. “Si no hubiera participado en el CJW, seguiría luchando contra la pobreza, por el sustento diario”, dice con una sonrisa.
Jenevy Mondol, una mujer católica, cuenta su experiencia similar: “Mi marido es obrero de la construcción. Con sus ingresos, no podíamos mantener adecuadamente a nuestra familia. Me formé en el CJW en 1985. Con el nuevo negocio, hemos educado a nuestros tres hijos y vivimos cómodamente. Se me respeta porque, como mujer, contribuyo a mi familia y a la sociedad”.
Alya Akter, una mujer musulmana, cuenta que su madre, fallecida en 2016, fue artesana de CJW durante 30 años. Alya aprendió de su madre a fabricar productos de yute y sus ingresos actuales le permiten cuidar de su marido, enfermo debido a un grave derrame cerebral. "Mi hijo estudia en la universidad y mi hija está en quinto curso. Salimos adelante porque aprendí el oficio de mi madre y ahora trabajo como artesana en CJW”, dice agradecida.
Más de 6.000 mujeres bangladeshíes de todas las religiones, como Antu, Jevevy y Alya, están agradecidas a CJW por haberlas ayudado a ser autosuficientes. CJW es una organización creada en 1973 por Cáritas Bangladesh, que ha celebrado estos días su "Jubileo", 50 años de existencia, en una Convención celebrada en Dhaka, a la que han asistido unas mil personas, entre ellas el Ministro de Textiles y Yute, Golam Dastagir Gazi, y varios obispos católicos.
The Jute Works" ha sido una de las organizaciones pioneras de la red de Comercio Justo en Bangladesh. Trabajaba por el desarrollo y la dignidad de los desfavorecidos y marginados, especialmente las mujeres de las comunidades indígenas.
CJW fabrica artesanías como figuritas de terracota, productos de yute, cestas tejidas, velas, anillos, pendientes, bolsos y alfombras pintados a mano, bandejas de madera y prendas típicas. Exporta productos de yute a 40 países, principalmente europeos, gracias a la red de Comercio Justo.
Mons. Bejoy N D'Cruze, de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada y Arzobispo de Dhaka, señala: “Jesucristo nos enseñó a dar de comer a los hambrientos, a dar cobijo a los sin techo, a dar ropa a los desvestidos. El CJW da dignidad a las mujeres, desarrolla sus capacidades y las mujeres empoderadas aportan una contribución crucial a sus familias”. El Ministro de Textiles y Yute, Golam Dastagir Gazi, antiguo alumno del Colegio Católico Notre Dame, alabando la labor del CJW, ha declarado: “El CJW ha inspirado a las mujeres bangladeshíes a incorporarse al mercado laboral. Ahora vemos a millones de mujeres trabajando en fábricas o talleres textiles, contribuyendo a la economía del país. El CJW ha empoderado a miles de mujeres en los últimos 50 años. Expreso toda mi gratitud a Caritas Bangladesh por la iniciativa”.
La organización, que a lo lago de los años ha recibido premios nacionales e internacionales por sus productos de artesanía de calidad, da trabajo a unos 6.000 artesanos, en su mayoría mujeres de las zonas rurales. Desde el principio, el proyecto quiso contribuir a la emancipación de las mujeres, mejorar su estatus social y económico mediante la formación y el trabajo artesanal.
Bangladesh sigue siendo uno de los países más densamente poblados del mundo, con un alto índice de pobreza, donde las mujeres viven en situación de marginación. Gracias a las actividades del CJW, hay más de 200 grupos de mujeres artesanas en cooperativas, repartidas por 30 provincias de Bangladesh, con un total de casi 6.000 personas implicadas.
Los grupos cooperativos de artesanas son autónomos en la gestión de sus actividades, pero siempre pueden contar con ayuda central. De hecho, CJW ofrece apoyo socioeconómico, flanqueando la producción y venta de artesanía con programas para mejorar diversos aspectos de la vida en las aldeas rurales. Las artesanas reciben formación en gestión de cooperativas (organización, administración, contabilidad). Un aspecto importante es también la protección de los recursos medioambientales, al tiempo que se invierte en programas de atención médica y servicios para las comunidades indígenas.
El principal elemento utilizado en la artesanía es el yute, una fibra ecológica, barata, dúctil y muy versátil. Aunque su uso se ha reducido mucho a lo largo de los años en favor de los productos sintéticos, las artesanas de CJW han sabido realzar su papel gracias a la producción de objetos originales y ecológicos, que siguen despertando interés en el mercado internacional.
(PA-FC) (Agencia Fides 27/9/2023)


Compartir: