ASIA/FILIPINAS - Ayuda humanitaria y campaña de sostenibilidad ambiental para las comunidades de Mindoro, en riesgo de contaminación por combustibles fósiles

jueves, 20 julio 2023 ecología   laudato si  

CEED

Mindoro (Agencia Fides) - Numerosas asociaciones y grupos de la sociedad civil como Cáritas se dieron cita en el foro nacional “Eco-Convergence” para ayudar a las comunidades de la isla de Mindoro afectadas por el grave desastre medioambiental ocurrido el pasado mes de febrero cuando un gran vertido de petróleo procedente de un petrolero, que se hundió frente a las costas de la isla, provocó serios daños en el ecosistema, amenazando la biodiversidad marina de la zona. La MT Princess Empress se hundió el 28 de febrero frente a la ciudad de Naujan, en la provincia oriental de Mindoro, después de experimentar problemas con el motor. El accidente provocó un vertido de aceite industrial y una gran mancha negra aún cubre el mar. Los fuertes efectos del desastre se están sintiendo en la salud de los residentes que está en riesgo, en el sustento de los pescadores que se ha visto interrumpido y en las actividades turísticas como balnearios y otros establecimientos comerciales que se han detenido en seco.

Los fondos recaudados por el foro "Eco-Convergence" se destinarán a operaciones de socorro y recuperación en Mindoro para ayudar a la población afectada, especialmente de los pescadores locales que ven comprometida su actividad y supervivencia. El foro “Eco-Convergence" promueve las enseñanzas de la encíclica del Papa Francisco sobre el medio ambiente, Laudato Si', como subraya Cáritas de la Diócesis de Calapan, que participa activamente. El centro de acción social de la archidiócesis de Lipa también ha enviado artículos de primera necesidad a la diócesis para distribuirlos entre las familias de bajos ingresos, cuyos medios de subsistencia han quedado comprometidos.

Como explica el padre Edwin Gariguez, director de Cáritas en la diócesis de Calapan que está apoyando a las comunidades a las que no llegan las ayudas gubernamentales, aguas arriba está el problema de la ampliación de plantas para extraer gas natural licuado (GNL) en la zona de Mindoro y Batangas. Mindoro oriental es una de las cinco provincias que rodean el Paso de la Isla Verde (VIP), uno de los hábitats marinos con mayor biodiversidad del mundo, hogar de más de 1.700 especies de peces, 300 especies de coral y 36 áreas marinas protegidas. El gobierno filipino, gracias a acuerdos con empresas multinacionales, está planificando la construcción de numerosas plantas de gas en la zona. Cinco plantas ya están ubicadas en Batangas City.

Están en estudio otras ocho plantas, además de siete terminales para el procesamiento y almacenamiento del gas obtenido. “A medida que el gobierno sigue optando por el gas fósil como solución a la crisis energética, barcos cada vez más grandes que transportan gas natural licuado surcarán la entrada del Paso Verde”, explicó alarmado el director ejecutivo del “Center for Energy, Environment and Development's Oceans” (CEED), Gerry Arances.

Según un estudio del CEED, el transporte de gas fósil aumentará los riesgos de contaminación del agua, de contaminación acústica submarina, de sedimentación, y de vertidos y destrucción de los arrecifes de coral. Con cientos de buques de carga que pasan por el corredor marítimo, las posibilidades de accidentes que dañen el medio ambiente aumentan exponencialmente.

Filipinas está intensificando el desarrollo de infraestructura para el suministro de GNL para compensar la producción de electricidad. El Departamento de Energía tiene como objetivo transformar el país en un centro de GNL líder en Asia. En el primer discurso sobre el estado de la nación, el presidente Ferdinand Marcos Jr. hizo un llamamiento al Congreso para promover la industria del gas natural “como un combustible complementario a la energía renovable”. El gas natural ha sido promocionado como un "combustible puente" que puede ayudar en la transición a una economía baja en emisiones de carbono. Sin embargo, las asociaciones ambientales señalan que el gas fósil produce gases de efecto invernadero, bloquea la transición a fuentes de energía renovables y ecosostenibles y representa una grave amenaza para las comunidades locales. “La industria del gas fósil es una bomba de relojería en términos de destrucción ambiental, que afecta los medios de vida, la salud y la vida cotidiana de las personas”, dijo Arances.

Según el padre Edwin Gariguez, el gobierno debe detener los planes de expansión de GNL en Batangas para evitar el impacto altamente negativo en el fondo marino y en la vida de dos millones de personas que dependen precisamente de la conservación de ese ecosistema. El pasado mayo el sacerdote también viajó a Europa, visitando, en colaboración con algunas ONG, las instituciones bancarias europeas para pedir una cuidadosa evaluación de la financiación de nuevos proyectos por parte de multinacionales, vinculados a la extracción de gas y la construcción de plantas en la región de Mindoro, para no propiciar la ruina de esa región. Sin embargo, los bancos y empresas occidentales involucradas en esas operaciones y proyectos no han dado respuestas satisfactorias y han demostrado no estar interesadas en las necesidades de las comunidades locales y de sus vidas.
(PA) (Agencia Fides 20/7/2023)


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