ASIA/COREA DEL SUR - Ante el riesgo de una escalada bélica en la península coreana, Jornada de Paz y Reconciliación para reanudar el diálogo

jueves, 8 junio 2023 paz   reconciliación   guerras  

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La Zona de Seguridad Conjunta de Panmunjom, en la frontera entre Corea del Norte y Corea del Sur.

Seúl (Agencia Fides) - "El año 2023 marca el 70 aniversario de la firma del armisticio de la guerra de Corea (1950-1953). La guerra, que ha causado la pérdida de millones de vidas, aún no ha terminado oficialmente. Este enfrentamiento inacabado sigue siendo la principal causa de la actual amenaza a la paz. Por ello, en la Jornada de Oración por la Reconciliación y la Unidad Nacional, no podemos sino reflexionar más profundamente sobre nuestro llamamiento a la paz". Así se lee en el mensaje conjunto emitido por el "Comité para la Reconciliación Nacional" y la Comisión "Justicia y Paz" de los Obispos coreanos, en vista de la "Jornada de Oración por la Reconciliación y la Unidad Nacional" que la Iglesia en Corea del Sur celebrará el 25 de junio de 2023, con un camino de preparación en el que los fieles católicos de todo el país vivirán una novena de oración, del 17 al 25 de junio ( véase Fides 25/5/2023).
En la declaración emitida por los dos organismos episcopales, se señala con preocupación: "El conflicto entre las dos Coreas no es nuevo, porque la guerra no terminó bien; pero en estos días nos enfrentamos de nuevo a una grave crisis. Esto sucede porque está ganando terreno el argumento de que sólo la fuerza puede mantener la paz. Las pruebas de lanzamiento de misiles de Corea del Norte continúan y los ejercicios militares de Corea del Sur y Estados Unidos, en respuesta, también son imponentes. Hace mucho que cesó el diálogo para una solución pacífica, mientras continúa el círculo vicioso de protestas armadas, que es un callejón sin salida. Además, debido a la ruptura de la comunicación entre las dos Coreas, existe una gran preocupación por la posibilidad de un conflicto armado accidental. Los expertos citan incluso la amenaza de guerra, temiendo un aumento de las tensiones militares en la península coreana".
Según las dos Comisiones, el "Decreto sobre la política de las fuerzas armadas nucleares", adoptado por las autoridades norcoreanas en septiembre del año pasado, es una especie de indicador para medir el alcance de la crisis militar. La nueva ley - se recuerda - estipula que "se puede llevar a cabo un ataque nuclear preventivo si se considera que un ataque enemigo es inminente y si se considera inevitable por razones operativas". "En respuesta a este decreto, el gobierno surcoreano ha presionado para que Estados Unidos fortalezca la 'disuasión ampliada', y en la reciente Declaración de Washington, difundida por los líderes de Estados Unidos y Corea del Sur, se advierte una clara promesa de Estados Unidos de garantizar la seguridad de Corea del Sur", prosigue el texto.
Señalando el riesgo de escalada, el mensaje señala: "La promesa del presidente estadounidense de 'responder con armas nucleares estadounidenses en caso de un ataque nuclear norcoreano' alimenta aún más nuestra ansiedad. Esto se debe a que, una vez utilizadas las armas nucleares, no hay vuelta atrás, y Corea del Norte declara que desarrollará armas nucleares y misiles más potentes, al tiempo que protesta contra la Declaración de Washington de la Cumbre Corea-USA. La contraposición de poderes se intensifica día a día".
De hecho -señala la declaración-, para evitar la guerra y reducir las tensiones militares, es preciso reanudar un diálogo serio y consciente: "Aunque sea un camino largo y arduo, no podemos renunciar a nuestros esfuerzos por la paz en la península coreana. Porque Dios 'nos reconcilió consigo mismo por Cristo y nos confió el ministerio de la reconciliación' (2 Cor 5,18). Por eso, los creyentes, con el ejemplo que nos dio Cristo, creemos que el esfuerzo por perdonar y reconciliarnos es más importante que cualquier otra cosa, y confiamos en que la verdadera paz pueda alcanzarse mediante la confianza mutua y el perdón. El encuentro, el diálogo y el esfuerzo por comprenderse mutuamente son el camino correcto hacia la paz: las armas de alta tecnología o el poder militar no lo son".
La Iglesia coreana recuerda que el 27 de julio, 70 aniversario del Acuerdo de Armisticio, se celebrará una misa especial en la catedral de Myeongdong, sede de la archidiócesis de Seúl, para rezar por la paz. En esta misa, organizada por el Comité de Reconciliación Nacional y la Comisión de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal, la comunidad católica de Corea rezará intensamente "para que se inicie en la península coreana un verdadero diálogo por la paz". El Señor, que venció a la muerte y resucitó, nos ha prometido la verdadera paz. Unamos nuestras manos y recemos para que podamos disfrutar de esa paz".
(PA) (Agencia Fides 8/6/2023)


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