ASIA/JAPÓN - Petición para proteger la vida y la dignidad de los refugiados y solicitantes de asilo

viernes, 3 febrero 2023

Tokio (Agencia Fides) - La Comisión Católica Japonesa para los Refugiados y los Migrantes ha lanzado una recogida de firmas entre todos los ciudadanos de buena voluntad para sensibilizar a la opinión pública y al gobierno sobre el posible endurecimiento de la Ley de Control de la Inmigración. Este proyecto de ley, afirma la Comisión, “oprime a los refugiados y pone en peligro la vida de quienes aún no tienen estatuto de residente”. La petición, difundida a través de los canales de la Conferencia Episcopal Japonesa, sigue a una declaración emitida en los últimos días, en la que la Comisión, junto con otras seis organizaciones de la sociedad civil, afirma su oposición al proyecto de ley de inmigración que ya fue rechazado por el parlamento en 2021 y que el gobierno japonés quiere reintroducir en 2023. La declaración, que aboga por “una sociedad en la que se protejan la vida y la dignidad de los refugiados y los inmigrantes”, recuerda que esa medida “fue retirada hace dos años por ser contraria a la humanidad”.
Ese proyecto de ley –se afirma - contiene “graves problemas que amenazan la vida y los derechos humanos de muchas personas”. Por ejemplo, se señala, “permite la repatriación de solicitantes de asilo y refugiados a sus países de origen en riesgo de persecución”. Además, criminaliza a quienes “desean evitar la deportación y castiga a quienes desean permanecer en Japón”; también prevé que los inmigrantes sin permiso de residencia sean encerrados en lugares de detención de forma indefinida y reduce drásticamente el “sistema de permisos especiales”, restringiendo las posibilidades de reingreso.
El comunicado de las siete asociaciones recuerda que ya en 2021 se recogieron más de 100.000 firmas de ciudadanos que se oponían a dicha medida. Y, tras un caso que causó conmoción, el de la muerte de una inmigrante de Sri Lanka, Wishma Sandamali, detenida por la Oficina de Inmigración de Nagoya, se retiró el proyecto de ley.
Además, hoy, la necesaria y generosa ayuda ofrecida por muchos ciudadanos y organismos sociales a los refugiados ucranianos demuestra que “la exclusión de los refugiados es contraria a la voluntad del pueblo”. El texto espera que “no haya más víctimas de detenciones inhumanas y que no se excluya a personas que, como los refugiados, se encuentran en una situación difícil”. “La vida cotidiana de los ciudadanos está hecha de conexiones y relaciones entre personas. Extranjeros, japoneses, refugiados, inmigrantes, personas con y sin permiso de residencia conviven como seres humanos. Pedimos la realización de una sociedad en la que se garanticen la vida y los derechos humanos de todas las personas que viven en ella, en la que todos puedan vivir con tranquilidad y en la que nadie sea dejado atrás”, reza el texto.
Por otra parte, la Comisión Católica y las demás organizaciones piden a las instituciones que creen una agencia jurídica y administrativa pública especial que pueda ocuparse de los asuntos relacionados con la protección de los refugiados y su integración en el tejido social.
(PA) (Agencia Fides 3/2/2023)


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