AMÉRICA/PERÚ - “No podemos permitir que Perú sea destruido por nuestras acciones o que caiga en un abismo institucional”; más muertos y heridos en enfrentamientos

martes, 10 enero 2023 situación social   política   derechos humanos   conferencias episcopales  

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Lima (Agencia Fides) – “No podemos permitir que el Perú sea destruido por nuestras acciones, ni que caiga en un abismo institucional” es el nuevo llamamiento lanzado hace unas horas por los obispos peruanos tras los últimos enfrentamientos ocurridos ayer 9 de enero, en el sudeste del país. De hecho, la grave tensión que vive el pueblo peruano desde el 7 de diciembre de 2022, tras la destitución del Presidente de la República, Pedro Castillo, y su posterior detención por intentar disolver el Parlamento, seguida de la toma de posesión de la nueva Presidenta Dina Boluarte, que era la segunda de Castillo (véase Fides 9/12/2022), no parece remitir.
Desde entonces, han estallado protestas en todo el país, incluida la capital, en las que miles de personas exigen la dimisión de Boluarte y la convocatoria de elecciones anticipadas. A pesar del estado de emergencia y el toque de queda nocturno, y de la promesa de adelantar las elecciones a 2024, los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad han causado muertos y heridos, así como el bloqueo de carreteras y vías de comunicación, como ferrocarriles y aeropuertos.
Según informaciones recogidas por la Agencia Fides, el balance de los últimos enfrentamientos que tuvieron lugar ayer en la ciudad de Juliaca, en Puno, al sureste de Perú, donde está en curso una huelga general desde el 4 de enero, se habla de 17 muertos y decenas de heridos, también entre las fuerzas del orden. Los manifestantes intentaron invadir y bloquear el aeropuerto de la ciudad. En una declaración titulada "No matarás" (Ex 20,13), los obispos han expresado sus condolencias por sus hermanos fallecidos y su solidaridad con los heridos. También deploran que "estos hechos se produjeran como consecuencia de la desnaturalización del derecho a la protesta, recurriendo a la ilegalidad; y, por otro lado, del uso excesivo de la fuerza". "Ambas posturas son condenables", señalan los obispos, "y en ambas hay que identificar rápidamente a los responsables".
La Conferencia Episcopal insiste en la necesidad de distinguir las "justas protestas" a través del diálogo racional y lanza un nuevo llamamiento: al Gobierno para que "ponga fin urgentemente a la violencia y a las muertes, vengan de donde vengan"; a la Fiscalía y a la Justicia para que "investiguen y castiguen"; y, finalmente, al Congreso para que "tome las decisiones que requiera la situación y la paz social del país".
Perú vive desde hace tiempo una profunda crisis política y social, con seis Presidentes de la República sucesivos en los últimos años, algunos de los cuales se vieron obligados a dimitir por estar acusados de escándalos o corrupción. La fragmentación política y el entrelazamiento de la política con la delincuencia han conducido a una situación de ingobernabilidad, mientras que el país sigue sufriendo las consecuencias económicas de la pandemia de Covid-19.
Los obispos llevan tiempo renovando sus llamamientos a la unidad, el buen gobierno, el diálogo y el respeto de los derechos humanos. Inmediatamente después de los sucesos del 7 de diciembre, instaron a las instituciones "a proteger y salvaguardar la democracia, garantizando, preservando y restableciendo el orden público y constitucional", "a mantener la unidad nacional, la calma y a poner fin a cualquier forma de violencia y violación de los derechos fundamentales de los ciudadanos" (véase Fides 9/12/2022). En un mensaje posterior reiteraron: "Necesitamos un diálogo sincero, para calmar los ánimos a fin de proteger nuestra débil democracia, preservar la institucionalidad y mantener la fraternidad de nuestro pueblo" (véase Fides 13/12/2022). A continuación, invitaron "a todos los fieles y personas de buena voluntad a expresar la paz, la esperanza y la fraternidad en el Perú, a través de una Jornada de Oración por la Paz" que tuvo lugar el domingo 18 de diciembre (véase Fides 16/12/2022). En el Ángelus de ese domingo. El Papa Francisco recordó la situación del país con estas palabras: «Recemos por la paz en Perú, para que cese la violencia en el país y se emprenda el camino del diálogo para superar la crisis política y social que aflige a la población». Las demás confesiones religiosas presentes en el país han hecho llamamientos similares en las últimas semanas.
(SL) (Agencia Fides 10/1/2023)


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