ASIA/FILIPINAS - Trata de seres humanos: "Se necesitan más centros para acoger y acompañar a los niños víctimas de abusos", señala un misionero

sábado, 30 julio 2022 niños   trata de seres humanos   derechos humanos  

Manila (Agencia Fides) - "La esperanza y el sueño de toda víctima de abusos y violencia es ser protegida, tratada, curada y tener justicia. La misión y el compromiso de todo cristiano es hacerlo realidad. Con la fe y las obras, debemos conseguir que la bondad y la verdad venzan al mal y que las víctimas de la trata y los abusos superen la muerte espiritual y se levanten a una nueva vida espiritual y emocional": así lo cuenta a la Agencia Fides el P. Shay Cullen, SSC, misionero de San Columbano, conocido en Filipinas por su compromiso social y pastoral con los menores víctimas de la ONU celebra el 30 de julio.
La trata de personas, señala el sacerdote que trabaja en Filipinas con la fundación "PREDA", es un problema mundial que exige una respuesta global. La Fundación PREDA se compromete diariamente a luchar contra esta terrible lacra y a proteger a las víctimas de la trata de seres humanos y de las formas contemporáneas de esclavitud, especialmente a los menores: trabajos forzados, matrimonio y maternidad forzados, venta de niños, pornografía y explotación de la prostitución, y extracción forzada de órganos. "Las medidas adoptadas a nivel internacional y nacional -señala el misionero- son insuficientes y no parecen eficaces para detener la lacra del tráfico de seres humanos y de niños”.
"Muy pocos centros en el mundo están dispuestos a ayudar a los niños o a las víctimas a curarse del dolor, el trauma, el miedo y la alienación que sufren al ser víctimas de la trata, la violación, el abuso y el maltrato", señala. "Se calcula que cada año los traficantes abusan sexualmente de 60.000 niños, según Unicef. Otro estudio afirma que 1,2 millones de niños sufren alguna forma de abuso online en Filipinas cada año", informa el misionero.
"Sin un cambio de actitud y un compromiso de los dirigentes, las instituciones, los funcionarios del gobierno, para denunciar este horrible crimen, hay pocas posibilidades de ayudar y rescatar a las víctimas de una vida de miseria, infelicidad y sufrimiento", advierte el padre Cuellen.
"La mayoría de los niños víctimas de la trata y de los abusos -recuerda- viven con dolor y recuerdos reprimidos, pero otros crecen con ira, incluso con odio, albergando deseos enterrados de vengarse de sus abusadores, de sus familias, de sus compañeros de escuela o de la sociedad en general, y desahogando esta frustración con actos de violencia. La agresividad, la venganza y los actos violentos suelen ser el resultado de los abusos sufridos en la infancia".
Por ello, el misionero subraya la importancia del trabajo de escucha, de comprensión de la asistencia psicológica, del acompañamiento humano, para recuperar a las víctimas de los abusos. El P. Shay continúa: "Cuando se encuentra un caso de abuso, el reto para el trabajador social es encontrar un centro de protección al que remitir al niño. Hay muy pocos en Filipinas. El presidente Marcos ha dicho que proporcionará fondos suficientes para 70 centros residenciales gubernamentales en todo el país para mujeres y niños víctimas de la trata y los abusos. Filipinas, con una población de 110 millones de habitantes, necesita muchos más centros, con programas profesionales de curación terapéutica y empoderamiento, en lugar de refugios temporales".
La Fundación PREDA cuenta con una de las comunidades terapéuticas más exitosas, donde los niños son acogidos, protegidos y acompañados en un ambiente amigable y solidario. El padre Cuellen explica: "La sensación de estar a salvo y protegido es el comienzo de un proceso de curación. Tenemos una media de 90 niños atendidos en nuestro centro en un periodo de 12 meses, gracias a una plantilla profesional de terapeutas, facilitadores y trabajadores sociales. Dar al niño una familia y un lugar donde se sienta amado es una cura fundamental para las víctimas de la trata".
Además, cuando los niños alcanzan cierta edad y conciencia, también se puede seguir una vía legal, presentando una denuncia formal ante los tribunales, para obtener justicia. "Nuestro objetivo final", concluyen los misioneros, "es proteger, cuidar y empoderar a los niños víctimas de la trata y los abusos, y darles una vida nueva y más feliz".
(PA) (Agencia Fides 30/7/2022)


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