Mykolaiv (Agencia Fides) - Irina viene de Mariupol. Huyó poco antes del ataque final a la acería: “Escapamos de milagro un día antes de que nuestra casa fuera destruida”. Es uno de los testimonios recogidos por la Agencia Fides en un concesionario de coches en Odesa que su propietario, Yuri, ha transformado en un centro de recogida temporal. Hasta aquí la Caravana de la Paz “StoptheWarNow” ha traído parte de la ayuda humanitaria organizada y entregada por esta red que reúne 176 asociaciones. Después de su visita a Leópolis en abril, la organización ha regresado a Ucrania entre el 24 y el 29 de junio. Primero estuvo en Odesa y, al día siguiente, 28 de junio, en Mykolaiv. “Estos gestos son importantes. Las asociaciones locales reparten la ayuda que traemos”, explica a Fides Gianpiero Cofano, secretario de la Asociación Papa Juan XXIII y creador de “StoptheWarNow”. La caravana llegó a Ucrania con unos diez vehículos, cincuenta personas y cuarenta toneladas de ayuda. El balance de este segundo viaje de la Caravana de la Paz es positivo: “Venimos porque los ucranianos agradecen nuestra presencia física que, entre otras cosas, también nos ha permitido seguir directamente parte del reparto de la ayuda. Nuestros humildes paquetes son un alivio para cientos de personas que hacen largas colas para recibirlos. A través de un paquete de comida también entregamos nuestro mensaje de paz y amistad”. Cofano lo cuenta desde Mykolaiv, a 130 kilómetros de Odesa, a donde se dirigió la Caravana a pesar de que la misma mañana del 28 de junio hubo un bombardeo con víctimas.
El convoy también viajó monseñor Francesco Savino, vicepresidente de la Conferencia Episcopal Italiana: "Aquí en Mykolaiv la guerra se puede ver en todas sus formas. Es un territorio completamente militarizado, pero el sentido de estar aquí es precisamente decir que no debemos rendirnos a la lógica de la guerra. No debemos rendirnos al estruendo de las armas, a los 11 misiles que han golpeado la ciudad y sus alrededores esta mañana. Estamos aquí para decir a los ucranianos que estamos aquí, que estamos aquí con ellos para compartir su dolor, que estamos de su lado, pero al mismo tiempo queremos atrevernos a promover la paz”, explica a Fides el obispo. “Hemos escuchado a muchos hermanos ucranianos hablar de resistencia armada y es una actitud que también se puede entender, pero no debemos ceder a lo que aparentemente parece ser la única reacción posible. Debemos trabajar y reflexionar sobre caminos de paz que parten de la no violencia activa y pasiva ¿Se puede contrarrestar la guerra con la no violencia? Es una reflexión que debe comprometernos en las próximas semanas, en los próximos meses y también en los próximos años. Hay que volver a la objeción de conciencia no violenta contra todo lo que sea injusticia, corrupción, lo que vaya en contra del desarrollo del hombre. Jesús todavía nos dice hoy: Bienaventurados los constructores de la paz”, concluye el prelado.
El padre Tonio Dell’Olio, uno de los coordinadores de la Caravana, explica que “no se podía dar por descontado llegar a Mykolaiv a 15 kilómetros de la línea del frente por lo que lograrlo ha sido muy importante”. “Ha sido un esfuerzo que destacaron las autoridades civiles de la ciudad, como el concejal de Mykolaiv, Maxim Kovalenko, quien nos dijo que sí, que llega mucha ayuda del exterior, pero que nadie viene a verlos. Este es el valor añadido que subraya la importancia de lo que estamos intentando hacer que es poner el cuerpo en ello y estrechar la mano de las personas. Los vimos en fila entre quienes buscaban agua potable y comida, gente que antes estaba bien y ahora está en una situación que conmueve hasta las lágrimas. Creo que es importante vivir como testigos de todo esto y que la no violencia parta desde aquí mismo, desde esta fraternidad que se vive más allá de nuestras fronteras”, concluye el sacerdote.
(EG-PA) (Agencia Fides 30/6/2022)