ASIA/TIERRA SANTA - Junto a los pequeños sordomudos, en honor a Pablo VI: el Instituto Effetà de Belén celebra sus “Bodas de Oro”

jueves, 9 junio 2022 oriente medio   iglesias locales   caridad   discapacitados   obras de misericordia  

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Belén (Agencia Fides) - Effetà (o Effatà) en lengua aramea significa "abrete". Es la palabra utilizada por Jesús para operar la curación del sordomudo, relatada en el Evangelio según Marcos: "Le trajeron un sordomudo y le rogaron que le pusiera la mano encima. Lo llevó a un lado, lejos de la multitud, le puso los dedos en los oídos y con la saliva le tocó la lengua; «mirando entonces al cielo, lanzó un suspiro y dijo: "Effatà", es decir, "¡Abrete!". Y al instante se le abrieron los oídos, y se le desató el nudo de la lengua, y hablaba correctamente».
Desde hace más de 50 años, "Effetà" es también el nombre del Instituto inaugurado en 1971 en Belén, la ciudad donde nació Jesús, para atender a los niños sordomudos de Palestina. El Instituto acaba de celebrar sus bodas de oro, después de que las restricciones debidas a la pandemia de 2021 le impidieran celebrar adecuadamente sus primeros 50 años de actividad. Y el aniversario ofrece la oportunidad de renovar la gratitud ante el milagro cotidiano de una obra de caridad cristiana que lleva más de cincuenta años aliviando los problemas y las penurias reales del pueblo de Palestina, y ayuda a recordar la gran solicitud con la que el Papa San Pablo VI, tras su viaje a Tierra Santa en 1964, apoyó concretamente la creación de obras estables y permanentes en favor de los pobres y afligidos que viven hoy en la tierra de Jesús.
La fundación del Instituto Effetà tiene sus raíces en el viaje de peregrinación que realizó el Papa Montini a Tierra Santa en enero de 1964. Durante ese viaje, entre otras cosas, el Pontífice lombardo se dio cuenta de que había muchos niños y niñas sordomudos en Palestina que no recibían la ayuda que necesitaban, y expresó el deseo de que se pusiera en marcha una obra dedicada expresamente a asistir a esos pequeños. Para cumplir el deseo de Pablo VI -según el relato de aquellos inicios, reproducido por los medios de comunicación del Patriarcado Latino de Jerusalén-, la hermana Irma Zorzanello, entonces superiora general de la Congregación de las Hermanas Maestras de Santa Dorotea Hijas de los Sagrados Corazones (en Tierra Santa desde 1927), "escribió al Papa Pablo VI para ofrecerle un terreno propiedad de la Congregación con un edificio entonces en construcción situado al principio de la actual calle Pablo VI de Belén.
El Papa aceptó la oferta, pero devolvió la propiedad a la Congregación y les pidió que se ocuparan de la reeducación de los niños palestinos con problemas de audición” construyendo una escuela en el terreno con equipamiento científico adecuado y moderno. La financiación necesaria se obtuvo mediante la colaboración con la Misión Pontificia para Palestina. Más de seis años después, el 30 de junio de 1971, el Instituto Pablo VI fue inaugurado por el cardenal Maximilien de Fürstenberg, que poco después se convirtió en Gran Maestre de la Orden del Santo Sepulcro. Las actividades escolares comenzaron el 6 de septiembre de 1971 con 25 alumnos palestinos sordos, seis de los cuales venían de Jordania.
En la actualidad, el instituto acoge a unos 180 niños, desde el jardín de infancia hasta el instituto, y ofrece a cada uno de ellos un programa educativo completo, que incluye la rehabilitación sonora y auditiva y el acompañamiento individual.
El martes 7 de junio, con motivo de las celebraciones oficiales por los primeros 50 años de actividad de la benemérita obra de misericordia, el arzobispo Pierbattista Pizzaballa, Patriarca latino de Jerusalén, presidió una celebración eucarística en el instituto, seguida de una recepción en la que también se repasó la historia de la institución.
El 14 de noviembre de 2011, el Papa Benedicto XVI elevó el Instituto Effeta a "Pontificio Instituto Effeta Pablo VI" por motu proprio.
El Instituto Effetà representa otra sorprendente manifestación de la solicitud apostólica mostrada por los Papas -en particular por Pío XII y San Pablo VI- hacia el sufrimiento del pueblo palestino. En lugar de limitarse a vagas declaraciones de solidaridad o a gestos de abstracto significado simbólico calibrados para ganar visibilidad mediática, los dos Sucesores de Pedro antes mencionados han preferido apoyar la puesta en marcha de instituciones estables y permanentes en apoyo de las necesidades cotidianas del pueblo palestino. La "Misión Pontificia" en Tierra Santa, organización fundada en 1949 a instancias del Papa Pío XII con la intención primordial de ayudar a los refugiados palestinos tras la creación del Estado de Israel, y la Universidad de Belén, institución académica dirigida por los Hermanos de las Escuelas Cristianas y relanzada como Ateneo en los años 70 también a instancias del Papa Pablo VI como instrumento de formación de los jóvenes palestinos en la ciudad donde nació Jesús, responden a estas características de acción concreta.
(GV) (Agencia Fides 9/6/2022)


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