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Lahore (Agencia Fides) - La intolerancia religiosa en Pakistán es un mal que se debe controlar, combatir y desarraigar: lo han dicho líderes civiles y religiosos reunidos en un seminario que se ha tenido recientemente en Lahore, organizado por la "Comisión para la Paz y el Desarrollo Humano", con la contribución de entidades civiles y religiosas. Han participado en el seminario, entre otros, S. Exc. Mons. Lawrence Saldanha, Presidente de la Conferencia Episcopal y Arzobispo de Lahore y acreditados líderes musulmanes como Abdul Khabir Azad, de la Mezquita "Khatheeb Badashi" en Lahore.
Los diversos líderes reunidos han concordado sobre el hecho de que es responsabilidad común localizar las causas y remedios para el fenómeno de la intolerancia religiosa que continua afligiendo el Pakistán. Es tarea del gobierno, ha dicho, promover el pluralismo y la tolerancia religiosa en el país, garantizando iguales derechos para todos los ciudadanos y para las comunidades religiosas minoritarias. Pero también los mismos líderes religiosos deben comprometerse más y utilizar su capacidad de hablar a la conciencia de los fieles para crear paz y armonía.
En su intervención Mons. Saldanha ha subrayado la necesidad de separar religión y estado, fe y vida pública: "Un ejemplo de superposición lo constituye la legislación sobre la blasfemia o los hudud (prescripciones de la ley islámica)", ha dicho. "También en el currículo sobre la instrucción vigente en las escuelas nacionales hay muchos elementos que llevan al odio hacia los hindúes y cristianos. ¿Cómo podemos esperar, en estas circunstancias, que los jóvenes sean abiertos y tolerantes, cuando crecen?”, ha preguntado el Arzobispo. Además Mons. Saldanha ha señalado que las comunidades religiosas minoritarias como cristianos e hindúes, no tienen suficiente espacio en los medios de comunicación, por lo que resulta difícil crear mayor comprensión y armonía y dar una imagen auténtica de su vida y sus actividades.
El líder musulmán Azad ha afirmado que también el Islam tiene el deber del pluralismo, del diálogo y del respeto de otras religiones, recordando que algunos líderes islámicos se encontraban entre los primero que fueron en octubre del 2005 a Sangla Hill, en los alrededores de Lahore, dónde una muchedumbre de extremistas musulmanes atacaron iglesias cristianas. “Hemos ido allá para decir a los ulema locales que no actúen de modo irresponsable: nuestra misión común es desempeñar un papel activo para crear armonía en la sociedad."
Otros líderes presentes en el seminario han subrayado la urgencia de reforzar el diálogo islámico-cristiano, poner en marcha proyectos comunes en el campo de la formación (seminarios, encuentros etc), y de la solidaridad.
Para reafirmar la importancia del pluralismo, numerosos organismos religiosos, movimientos civiles y asociaciones han dado vida recientemente al "National solidarity for Equal Rights", coalición que promueve la paz, la tolerancia religiosa y los derechos humanos en Pakistán. Entre las entidades católicas que forman parte del mismo se encuentran la Comisión nacional “Justicia y Paz" y Caritas pakistaní. (Agencia Fides 30/1/2006 Líneas: 40 Palabras: 503)
