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Tsiroanomandidy (Agencia Fides) - “En Madagascar podríamos decir que vivimos la Navidad como una auténtica fiesta cristiana. Celebramos realmente a Jesús, porque celebrar la Navidad es celebrar a Jesús”, afirma Mons. Gustavo Bombin Espino, Obispo de Tsiroanomandidy (Madagascar). “Por estas latitudes, continua el Obispo, se vive con calor. Calor exterior, pero sobre todo, calor interior por las celebraciones bien preparadas, por la participación numerosa de la gente, nadie quiere quedarse fuera de juego, por los numerosos actos que se preparan...” De hecho todos participan en estas fiestas: los mayores se encargan de dirigir la liturgia y de organizar las actividades de la parroquia, los jóvenes se hacen presentes por medio de las corales y la decoración de las iglesias y los niños también participan por medio de escenificaciones, cantos, en la liturgia... y sobre todo a través de la Infancia Misionera para hacer presentes a todos los niños del mundo que sufren en las misas y diversas celebraciones.
“Ya desde que llega el adviento, comienza a sentirse un ambiente especial, de expectativa”, continua el Obispo. Es un tiempo muy vivido y respetado por todos. “Hasta en los pueblos más perdidos, sin carreteras, sin iglesias, se nota ese ambiente especial, de que algo importante va a suceder”. Es un tiempo en el que la gente intenta cambiar a mejor. “Los cristianos lo viven en profundidad con muchas muestras externas de fiesta y alegría”, afirma Mons. Gustavo. Es un tiempo en el se organizan acciones caritativas en las parroquias como son distribución de ropa o comida a los más pobres, organización de una comida para los pobres, visitas a hospitales y cárceles para celebrar la Navidad con ellos... “En definitiva, se vive muy fuertemente la experiencia de ser testigos hoy del nacimiento del Señor”, concluye el Obispo. (RG) (Agencia Fides 23/12/2005 Líneas: 24 Palabras: 325)
