ASIA/PAKISTAN - Paso hacia atrás de la policía: mujer cristiana de Karachi denunciada por blasfemia

sábado, 30 enero 2021 blasfemia   derechos humanos   libertad religiosa   violencia   minorías religiosas   justicia  

Tabitha Gill

Karachi (Agencia Fides) - Con un rotundo giro, la policía ha registrado el caso núm. 74/21 contra la cristiana Tabitha Nazir Gill, según el artículo 295 C del Código Penal pakistaní, es decir, por “haber utilizado comentarios despectivos pronunciados o escritos, directa o indirectamente, que ofenden el nombre de Mahoma o de los demás profetas”. Es uno de los artículos de la ley de blasfemia que genera tantas víctimas en Pakistán y que con frecuencia se abusa y se utiliza para venganzas personales.
Tabitha Nazir Gill, una reconocida cantante cristiana evangélica que trabaja como enfermera en el Hospital de maternidad Sobhraj en la ciudad de Karachi, fue acusada de blasfemia el 28 de enero por sus colegas. El personal del hospital y los visitantes la golpearon y torturaron hasta que llegaron los agentes de policía y la pusieron bajo custodia.
Según informó ayer la Agencia Fides (véase Fides 29/1/2021) tras investigar el caso, los agentes de policía de la comisaría de Aram Bagh liberaron a la mujer sin formalizar ningún cargo. En la tarde del 29 de enero, una multitud se reunió frente a la oficina de policía para protestar por la liberación de la mujer y presionar para que fuese denunciada: los agentes de policía registraron la denuncia contra la mujer. Según el First Information Report (FIR), registrado en la comisaría, firmado y archivado por Saba Wasi, una de las enfermeras musulmanas del hospital, Tabitha está acusada de hacer comentarios despectivos contra los profetas Adán, Abraham y Mahoma y de haber proclamado el nombre de Jesús a los pacientes.
El p. Nazir John, Capellán de los Médicos Cristianos de la Arquidiócesis de Karachi, hablando a la Agencia Fides, dice: “Me entristece mucho escuchar el incidente que ha sucedido con Tabitha. La conozco personalmente, es una mujer de profunda fe y le encanta cantar himnos religiosos. He visto videos donde la golpean y la torturan para que confiese el crimen y escriba una disculpa. Sinceramente, no creo en las acusaciones que se le hacen: no creo que, como persona dedicada y responsable, se puedan herir los sentimientos religiosos de los demás; además, en la profesión de enfermería siempre ha trabajado sin discriminación de credo y casta”.
El caso se presenta como una explotación más de la ley blasfema ya que todo parece haber surgido de una disputa que tuvo lugar entre las enfermeras en el hospital. Algunos musulmanes reconocen esto y defienden a Tabitha. Una enfermera musulmana que trabaja con Tabitha Gill, en su mensaje enviado a Fides, señala: “Condeno las brutales torturas infligidas por el personal del hospital, los visitantes y los pacientes, contra Tabitha; no hay evidencia de que haya usado comentarios despectivos sobre nadie. Están los videos en los que se ve claramente que fue torturada y golpeada en el hospital”. Agrega: “Todos somos seres humanos iguales, llevo años trabajando con enfermeras cristianas y nunca he visto a ninguna de ellas realizar actos irresponsables. Según nuestra profesión, prestamos juramento de servir a la humanidad, sin distinciones ni discriminaciones religiosas. También pido al personal médico de nuestro hospital que no estropee el nombre del islam convirtiendo los problemas personales en religiosos: los malentendidos personales pueden abordarse y resolverse con la ayuda de la dirección del hospital”.
Rana Mehboob Ali, un musulmán presente en el hospital, comparte sus pensamientos con Fides: “Los agentes de policía investigaron el asunto y no encontraron culpable a la mujer cristiana, al mismo tiempo también hice un llamamiento a los funcionarios del gobierno para que tomasen cartas en el asunto. Los que pisotean los derechos individuales y hacen justicia por sí mismos deben ser castigados, la acusación de blasfemia no puede ser decidida por simples individuos, pues pueden actuar por motivos personales, ni denunciar siguiendo la ola de una protesta popular. Debemos dejar que los ciudadanos de las minorías religiosas vivan en paz en Pakistán”.
(AG-PA) (Agencia Fides 30/1/2021)

El First Information Report que acusa a Tabitha de blasfemia

Compartir:
blasfemia


derechos humanos


libertad religiosa


violencia


minorías religiosas


justicia