ASIA/PAKISTAN - "Los cristianos extranjeros en su país", dice el Obispo Coutts, después de los episodios de violencia contra las iglesias - Día nacional de protesta y oración

lunes, 14 noviembre 2005

Lahore (Agencia Fides) - Profundo shock y miedo en la comunidad cristiana en Pakistán después de la violencia que ha golpeado la provincia del Punjab hace dos días. A las 10.30 del 12 de noviembre fueron quemadas, la Iglesia católica del Espíritu Santo, otras dos iglesias protestantes, un convento de religiosas, la escuela católica de San Antonio, un colegio para chicas y una casa parroquial por una muchedumbre de musulmanes en Sangla Hill, localidad situada a unos 70 km al Oeste de la ciudad de Lahore.
Los fieles cristianos están atemorizados pero tienen intención de reaccionar pacíficamente: se ha convocado para el 17 de noviembre un Día nacional de protesta y oración, en el que los fieles pakistaníes marcharán y rezarán por las calles en todo el país.
"El ataque parece haber sido planeado, dado que los autores fueron llevados al lugar con los autocares", ha declarado Mons. Lawrence Saldanha, Arzobispo de Lahore y Presidente de la Conferencia Episcopal del Pakistán. En el ataque tomaron parte más de 1.500 musulmanes, en su mayoría jóvenes, para vengarse del presunto gesto de un cristiano de la zona que, según voces infundadas, habría profanado un Corán.
Más de 450 familias cristianas (católicas y protestantes) han huido de Sangla Hill aterrorizados, a casas de sus parientes en otros lugares. "Son como extranjeros o evacuados en su propio país", comenta Mons. Joseph Coutts, Obispo de Faisalabad, que ha pasado dos días en Sangla Hill, dónde se ha reunido con el párroco de la Iglesia católica quemada y las religiosas del convento anexo quienes “han perdido todo lo que tenían y están vivas de milagro".
Los cristianos locales denuncian el inmovilismo de las fuerzas de la policía que, aún estando alertadas, no impidieron que los manifestantes devastaran los numerosos edificios afectados. La policía local ha detenido a unas 90 personas por los accidentes, afirmando que se ha restablecido el orden. Según algunos, también los líderes musulmanes locales han incitado a la violencia, basándose en falsas informaciones de copias del Corán quemadas.
Ayer, domingo 13 de noviembre, los fieles católicos y protestantes celebraron una liturgia ecuménica dominical al aire libre, puesto que las iglesias estaban reducidas a ruinas. Mons. Saldanha, presente en la celebración, invitó a los cristianos a no responder a la violencia con más violencia, a no buscar venganza, con un espíritu evangélico de paz.
Los cristianos piden al gobierno mayor protección y garantías para la comunidad cristiana pakistaní, que ha anunciado para el 17 de noviembre un Día nacional de protesta y oración, con marchas por la paz en todo el país. Las escuelas e institutos cristianos permanecerán para la ocasión cerrados en señal de protesta.
Numerosas asociaciones para la defensa de los derechos humanos han condenado duramente el ataque de Sangla Hill, pidiendo el retiro inmediato de la ley sobre blasfemia, por la que se puede condenar a la cárcel o a la pena de muerte a quien manche el nombre del profeta Mahoma. La ley "es una espada sobre la cabeza de las minorías religiosas", ha dicho Peter Jacob, responsable de la Comisión Justicia y Paz de Pakistán. La Comisión recuerda que numerosas organizaciones cristianas están trabajando par ayudar a las víctimas del reciente sismo en Cachemira, en su mayoría musulmanes. (PA) (Agencia Fides 14/11/2005 Líneas: 42 Palabras: 567)


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