VATICANO - Indicando la figura del nuevo Beato, Clemens August Graf von Galen, Benedicto XVI recuerda que "la fe no se reduce a un sentimiento privado, que se esconde quizá, cuando resulta incómoda" e invita a rezar por el Sínodo. Llamamiento por las víctimas del terremoto en el Sudeste asiático y las inundaciones en América central

lunes, 10 octubre 2005

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - El domingo 9 de octubre el Card. José Saraiva Martins, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, ha celebrado la Santa Misa en la Basílica Vaticana y, por encargo de Su Santidad Benedicto XVI, dio lectura de la Carta Apostólica con la que el Santo Padre inscribe en el registro de los Beatos al Siervo de Dios Clemens August Graf von Galen (1878-1946) Obispo de Münster. Al término de la Celebración el Santo Padre se acercó en Basílica para venerar las Reliquias del nuevo Beato y dirigir a los presentes un breve saludo. Luego el Pontífice se asomó. como de costumbre, a la ventana de su estudio para recitar el ángelus.
El Santo Padre indicó a los fieles y peregrinos presentes, numerosos en la plaza de San Pedro, el testimonio del nuevo Beato, “intrépido opositor del régimen "nazi". "En nombre de Dios, denunció la ideología neopagana del nacionalsocialismo, defendiendo la libertad de la Iglesia y los derechos humanos gravemente violados, protegiendo a los judíos y a las personas más débiles, que el régimen consideraba deshechos que debían ser eliminados” recordó el Santo Padre Benedicto XVI señalándolo como "modelo" de valentía cristiana”. "Precisamente éste es el mensaje siempre actual del beato von Galen: la fe no se reduce a un sentimiento privado, que se esconde quizá, cuando resulta incómoda, sino que implica la coherencia y el testimonio en el ámbito público en favor del hombre, de la justicia, de la verdad".
Luego el Santo Padre ha recordado la asamblea del Sínodo de los Obispos, que está profundizando el tema de la Eucaristía en la vida y de la misión de la Iglesia hoy. "Os pido que sigáis rezando por el Sínodo, para que pueda dar los frutos esperados" dijo al Pontífice, y recordando que en este mes de octubre "toda comunidad eclesial está llamada a renovar su propio compromiso misionero", invitó a retomar la cuarta parte de la Carta Apostólica ‘Mane nobiscum Domine’, dónde el Papa Juan Pablo II habla de la Eucaristía como "principio y proyecto de misión", (nn. 24-28). El Santo Padre Benedicto XVI confió después esta intención a la intercesión de Maria Santísima y de san Daniel Comboni, cuya fiesta litúrgica se celebra el 10 de octubre: "Él, que fue un insigne evangelizador y protector del continente africano, ayude la Iglesia de nuestro tiempo a responder con fe y con valentía al mandato del Señor Resucitado, que la manda anunciar a todos los pueblos el amor de Dios."
Después de la oración mariana del ángelus, pronunciando los saludos en diversas lenguas, el Santo Padre lanzó dos llamamientos. Hablando en lengua inglesa, el Papa invitó a la comunidad internacional a ser "rápida y generosa" en su respuesta al desastroso terremoto que ha golpeado el sudeste asiático, causando graves daños y pérdidas de vidas humanas en Pakistán, India y Afganistán: "Encomiendo a la amorosa misericordia de Dios todos los que han perdido la vida y expreso mi más profunda cercanía a los millares de personas heridas o afectadas". En el saludo a los peregrinos de lengua española el Santo Padre dijo: "Deseo recordar a las queridas Naciones de América Central y México, las cuales están padeciendo los efectos de intensas lluvias e inundaciones, que han causado numerosas víctimas, así como cuantiosos daños materiales. Pido al Señor por el eterno descanso de los fallecidos y expreso mi cercanía espiritual y afecto a quienes se ven privados de sus viviendas e instrumentos de trabajo. Invito, además, a las instituciones y personas de buena voluntad a prestar una ayuda eficaz con espíritu de verdadera solidaridad fraterna". (S.L) (Agencia Fides 10/10/2005; Líneas: 46 Palabras: 657)


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