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Roma (Agencia Fides) - “Este año en la Jornada Mundial de la Juventud a Colonia encontré a un grupo juvenil de ‘Venite Adoremus’. Me impresionó mucho su alegría y serenidad. Por ello, quise venir a Roma para participar en el Segundo Encuentro Internacional de los Grupos Juveniles de Adoración Eucarística. En mi ciudad, Kaduna, en Nigeria, se imparte la bendición eucarística el domingo por la tarde en la parroquia. Yo quisiera, después de este encuentro en Roma, formar en mi parroquia un grupo de adoración Eucarística". Es el testimonio de Paula Mallan, 23 años, de Kaduna, estudiante universitaria de Geografía, que se encuentra en Roma junto a más de 150 jóvenes llegados a la Capital desde muchos Países de todo el mundo (Europa, Estados Unidos y Sudamérica, África y Australia) para participar en el 2° Encuentro Internacional de los Grupos Juveniles de Adoración Eucarística, "Venite Adoremus". Durante los mismos días también está teniendo lugar la misión “de los jóvenes a los jóvenes” en el centro de Roma que tiene como eslogan "Jesús al centro”.
La agenda de estos jóvenes está plena de actividades: hasta el domingo 9 de octubre sus jornadas viene marcadas por celebraciones, oraciones y conferencias. Los jóvenes también viven su encuentro con Cristo en las visitas a los niños y jóvenes hospitalizados en los hospitales romanos, con los conciertos organizados en Piazza Navona y en los debates abiertos. Todas las tardes tienen adoración Eucarística en la iglesia de Santa Inés. El Sábado 8 de octubre la Santa Misa a las 17 horas en la Plaza del Pueblo presidida por Su Exc. Mons. Estanislao Rylko, Presidente del Consejo Pontificio para los Laicos, y después la procesión eucarística hasta Piazza Navona. El Domingo 9 de octubre la conclusión del encuentro a cargo de a Mons. Mauro Parmeggiani, responsable de la pastoral juvenil de la diócesis de Roma. "La adoración Eucarística es una oración que gusta a los jóvenes, les atrae - dice Mons. Parmeggiani -. La experiencia es que muchos jóvenes que se acercan a la oración y luego a la Confesión se quedan casi desconcertados, porque tenían otra idea de Dios y la Iglesia, que luego se desvanece por completo”.
Mariela Gauto, de 25 años, del Paraguay, afirma: "Para mí la Eucaristía es mi vida. Todos mis pensamientos y acciones se inspiran en la Eucaristía y de ella provienen. En la Eucaristía encuentro la fuerza necesaria para todo lo que vivo y hago. Reconozco la grandeza de este don en mi vida. Muchos, por desgracia, no han descubierto todavía la profundidad de esta gracia y por ello me siento todavía más responsable de este gran don, que es una fuerza grande, como grande es el deseo de compartir con los otros la alegría que me ha sido concedida: la de reconocer el rostro, la ternura y la misericordia de Dios". (RF/SL) (Agencia Fides 7/10/2005 Líneas: 34 Palabras: 492)
