AFRICA/MADAGASCAR - El papel de la Iglesia católica en el sistema educativo de Madagascar: una presencia capilar para una instrucción de calidad

lunes, 19 septiembre 2005

Antananarivo (Agencia Fides) - "Si no hubiera misioneros, religiosas, sacerdotes o laicos, el sistema sanitario y el escolar de Madagascar se derrumbarían" dice el p. Cosme Alvati, misionero salesiano y director de Radio Don Bosco de Madagascar. "En efecto, la Iglesia asegura un sistema educativo capilar y de calidad. Y lo mismo puede decirse en el ámbito sanitario" afirma el p. Alvati. "Efectivamente apenas es fundada una nueva misión, la primera preocupación de sus animadores es construir un dispensario y una escuela. De este modo, gracias a la Iglesia, incluso las zonas más interiores y aisladas de Madagascar pueden tener un mínimo de instrucción y salud."
En los últimos años, el gobierno ha puesto en marcha un programa para aumentar la frecuencia escolar, distribuyendo una caja de material escolar (plumas, cuadernos) a las familias para convencerles de enviar a sus hijos a la escuela. Este programa ha tenido casi demasiado éxito, se puede decir, porque las estructuras escolares estatales no consiguen asumir la alta afluencia de estudiantes. Hay dos problemas estructurales que afligen el sistema educativo malgache" recuerda el p. Alvati. "El primero, es la dificultad de crear escuelas sobre todo el territorio nacional, en particular en las zonas más aisladas del interior. El segundo es la incapacidad de formar a profesores cualificados para el gran número de estudiantes. La extrema pobreza de la población es un ulterior obstáculo a la escolarización: las familias necesitan brazos que trabajen en los campos. En algunas zonas, por ejemplo, son los mismos profesores los que envían a los estudiantes a coger el arroz durante el período de la cosecha. Además, ocurre a menudo que los niños que se encuentran una aldea aislada y que deben recorre 10-15 kilómetros para alcanzar la escuela, no pueden seguir las clases”.
"La Iglesia, por ello, debe suplir al Estado, especialmente en las áreas más aisladas" continúa el misionero. "Cada distrito misioneros, distribuidos por todo el territorio nacional, se extendidos por un área muy vastas, incorporando muchas aldeas. En los distritos se han creado centros que acogen a niños y jóvenes que provienen de las aldeas más aisladas del distrito. Los estudiantes reciben comida, alojamiento e instrucción a cargo de la misión. Los gastos para el mantenimiento de los chicos son asegurados sobre todo por las donaciones a distancia: con 30 euros al mes se pueden garantizar los estudios de un joven de Madagascar."
Muchos distritos misioneros han creado además de la escuela elemental, escuelas de enseñanza media y superior dónde por desgracia, el Estado no consigue garantizar ni siquiera la instrucción primaria.
Según el último anuario estadístico de la Iglesia (2003) en Madagascar la Iglesia administra 749 escuelas maternas con 44.167 alumnos; 2.479 escuelas elementales con 332.811 estudiantes; 372 escuelas medias con 88.959 alumnos; los estudiantes inscritos que estudian en institutos superiores católicos son 1.327. (L.M) (Agencia Fides 19/9/2005 Líneas: 37 palabras: 490)


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