VATICANO - El Papa en el ángelus: "Que el ministerio petrino del Obispo de Roma no sea visto como piedra de tropiezo sino como apoyo en el camino por la vía de la unidad"

jueves, 30 junio 2005

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Al término de la Santa Misa celebrada en la Basílica Vaticana el miércoles 29 de junio, el Papa se asomó a la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico Vaticano para recitar el ángelus con los fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro. Al introducir la oración mariana el Papa se centró de nuevo en la Solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo y sobre el sentido del Palio impuesto poco antes a los Arzobispos.
En la solemne memoria de los santos Apóstoles Pedro y Pablo Roma está especialmente en fiesta, lugar dónde sufrieron el martirio y dónde se veneran sus reliquias. "El recuerdo de los santos Patrones me hace sentirme particularmente cercano a vosotros, queridos fieles de la Diócesis de Roma - ha dicho Benedicto XVI -. La Providencia divino me ha llamado a ser vuestro Pastor: os doy las gracias por el cariño con que me habéis acogido y os pido que recéis para que los santos Pedro y Pablo me consigan la gracia de cumplir con fidelidad el ministerio pastoral que se me ha confiado. Como Obispo de Roma, el Papa realiza un servicio único e indispensable a la Iglesia universal: es el perpetuo y visible principio y fundamento de la unidad de los Obispos y de todos los fieles."
El Santo Padre ha recordado después que el palio es el "signo litúrgico de la comunión que une la Sede de Pedro y su Sucesor a los Arzobispos y, por medio de ellos, a los otros Obispos del mundo". Después de haber renovado su saludo a la Delegación del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, el Papa ha continuado: "Como no recordar hoy que el primado de la Iglesia que está en Roma y de su Obispo es un primado de servicio a la comunión católica. A partir del dúplice acontecimiento del martirio de Pedro y Pablo, todas las Iglesias comenzaron a fijarse en la de Roma como punto de referencia central para la unidad doctrinal y pastoral". Por último, Benedicto XVI ha concluido su discurso antes del ángelus con estas palabras: "Que la Virgen Maria nos obtenga que el ministerio petrino del Obispo de Roma sea visto no como piedra de tropiezo sino como apoyo en el camino por la vía de la unidad, y nos ayude a llegar cuanto antes a realizar el anhelo de Cristo: ut unum sint." (S.L) (Agencia Fides 30/6/2005; Líneas: 28 Palabras: 437)


Compartir: