AMERICA/BRASIL - "La vida humana tiene un valor sagrado e inviolable: toda excepción lleva a considerarla un bien del que se puede disponer, negociar, herir, destruir": el Presidente de los Obispos brasileños respecto al proyecto de ley sobre Bioética en discusión en el Parlamento brasileño

viernes, 11 marzo 2005

Brasilia (Agencia Fides) - El Card. Geraldo Majella Agnelo, Arzobispo de San Salvador de Bahia y Presidente de la Conferencia Nacional de Obispos brasileños (CNBB), en una entrevista concedida a la prensa local sobre el proyecto de ley de Bioética, en discusión en el Parlamento brasileño, indica con claridad que "la vida humana tiene un valor sagrado e inviolable". Sin embargo "cuando se abre una excepción a esta regla, la vida humana es considerada como un bien del que se puede disponer, pasa a ser tratada según la utilidad que tiene, puede ser negociada, herida, destruida, según los intereses dominantes". Aprobar una ley que afecta a la vida, permitiendo el empleo de embriones para utilizar las células estaminales, no solamente tendrá como resultado la destrucción de una gran cantidad de vidas humanas en su estadio inicial, cuando la vida es más indefensa y vulnerable, sino que además promueve una mentalidad que se difunde y penetra en la sociedad: "todos aprenderán que se puede destruir una vida si esto trae alguna ventaja". "Los embriones humanos no son material biológico, como algunos pretenden, un grumo de células, un objeto que tiene una utilidad social y valor comercial" puntualiza el Cardenal.
La civilización occidental nació del respeto de la vida como un bien sagrado, no sometido al poder del ser humano. "La protección de la vida - sustenta el Card. Majella - vulnerable o en peligro, ha forjado la convivencia en las sociedades occidentales, dando origen a comportamientos heroicos admirables". El Cardenal constata luego con sufrimiento que en Brasil "la vida humana está reducida a un objeto o una mercancía, incluso en el plano legislativo". Interpelado sobre las investigación con las células estaminales, el Card. Geraldo Majella Agnelo, en línea con el Magisterio, ha subrayado que "la Iglesia tiene gran consideración por la investigación científica y mira con mucha esperanza la contribución que puede venir para aliviar el sufrimiento y mejorar la calidad de la vida de muchas personas". Sin embargo "es inadmisible eliminar un ser humano para aprovechar su cuerpo o de una parte de el, aunque el objetivo sea investigar el tratamiento de enfermedades."
En este momento extremadamente delicado, el Presidente de la CNBB exhorta a los políticos cristianos a saber dar razón de sus elecciones, de manera tal que no se diga que una opción nace de la razón y la otra de la fe: "Esta es una impostación para no afrontar los argumentos y no someterse al diálogo racional". (R.Z) (Agencia Fides 11/3/2005; Líneas: 33 Palabras: 455)


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