VATICANO - El Papa preside la Celebración Ecuménica junto al Patriarca Ecuménico de Constantinopla: No me cansaré nunca de buscar firme y resueltamente esta comunión entre los discípulos de Cristo"

sábado, 27 noviembre 2004

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - "Querido Hermano, no me cansará nunca de buscar firme y resueltamente esta comunión entre los discípulos de Cristo, porque mi deseo, en respuesta a la voluntad del Señor, es ser siervo de la comunión "en la verdad y en el amor, para que el barco - el bello símbolo que el Consejo ecuménico de las Iglesias ha elegido como emblema - no sea azotado por las tempestades y pueda un día llegar a su orilla" (Ut unum sint, 97). Es un pasaje de la carta que el Santo Padre ha dirigido al Patriarca Ecuménico de Constantinopla, con ocasión de la Celebración de esta mañana. A las 11 horas, en la Patriarcal Basílica Vaticana, el Santo Padre Juan Pablo II ha presidido, junto con el Patriarca Ecuménico de Constantinopla, Su Santidad Bartolomé I, una Celebración Ecuménica para la entrega de las Reliquias de San Gregorio Nacianceno y San Juan Crisóstomo, Obispos y Doctores de la Iglesia. En el curso de la Celebración, después de la veneración de las reliquias y la lectura bíblica y patrística de algunas obras de los dos Doctores de la Iglesia y un momento de oración, ha tenido lugar el rito de entrega de las reliquias con la lectura de un texto del Santo Padre y la homilía del Patriarca Ecuménico.
Después de haber recordado el encuentro del pasado 29 de junio, con ocasión de la fiesta de los Santos Apóstoles Pedro y Paolo, el Papa subraya que la ocasión para otro encuentro fraterno "en el amor, en el ruego y en la voluntad de caminar juntos hacia la plena y visible unidad que Cristo quiere para sus discípulos" es dada por la común veneración de las reliquias de San Gregorio el Teólogo y San Juan Crisóstomo, "dos Padres de la Iglesia de oriente, dos Santos Patriarcas de Constantinopla, dos Doctores de la Iglesia que, junto con San Basilio Magno, ha sido siempre honrados con una fiesta en la Iglesia católica". En el traslado de algunas de sus reliquias, que vuelven a Constantinopla, "nosotros vemos una ocasión bendita para purificar nuestras memorias heridas, para consolidar nuestro camino de reconciliación, para confirmar que la fe de estos Santos Doctores nuestros es la fe de las Iglesias de Oriente y Occidente". (S.L) (Agencia Fides 27/11/2004; Líneas: 27 Palabras: 408)


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