Hanoi (Agencia Fides) – La protesta es legítima, pero debe ser pacífica y no violenta. Lo dicen los movimientos de la sociedad civil y los católicos de Vietnam, tras los graves disturbios y violencia de masa que azotaron ayer, 14 de mayo, las fábricas de los propietarios chinos en Vietnam. La tensión entre los dos países se refiere a las islas disputadas en el Mar de China del Sur, el archipiélago de las Parcels, donde China en los últimos días ha iniciado una nueva plataforma de perforación, considerado un acto provocativo por Vietnam. Los disturbios, que comenzaron en las provincias del sur, se han extendido rápidamente a otras partes del país, despertando preocupación en las autoridades civiles.
En un mensaje enviado a la Agencia Fides, el “Vietnam Path Movement”, que reúne a activistas de derechos humanos y miembros de todas las religiones, incluidos los cristianos, llama a la moderación y reafirma su compromiso con la no violencia. El movimiento pide al gobierno encontrar una solución al caos y a los trabajadores, ciudadanos, estudiantes, abandonar toda forma de violencia. “Manifestar en forma pacífica es un derecho fundamental. Sin embargo no lo son los actos ilegales para dañar la propiedad ajena y cometer asaltos, esto viola los derechos de los demás, y es punible por la ley”, se lee en el mensaje, que insta a todos los ciudadanos a restablecer la calma. Hacer huelga, como ya hicieron los trabajadores de algunas fábricas chinas en el sur, es legítimo pero no lo es destruir y saquear.
Estos actos - continúa el texto - fomentan la violencia contra todas las empresas chinas, taiwanesas, coreanas y japonesas en la zona, y perturban la convivencia pacífica, que es el bien del país. Los empresarios afectados, se afirma, son totalmente ajenos a las actuales tensiones entre Vietnam y China. Las protestas violentas, dice, pueden crear una imagen negativa de Vietnam en el ámbito internacional. Por eso el movimiento pide la intervención de la comunidad internacional.
El p. Peter, sacerdote de la diócesis vietnamita de Hue, comenta a Fides: “Como católicos defendemos nuestra patria. Los obispos nos han invitado a la oración y a estar preparados para defender y salvar a la nación. Creemos que las protestas son justas, pero siempre siguiendo un camino de no violencia y con el objetivo de llegar a una solución pacífica”. (PA) (Agencia Fides 15/5/2014)