ASIA/CAMBOYA - Llegan en misión desde Australia los Hermanos Maristas en ayuda de los jóvenes de Camboya con disminución física y mental, con una escuela para ellos

miércoles, 20 octubre 2004

Phnom Penh (Agencia Fides) - Ir al colegio o a trabajar, dos actividades casi normales y que se dan por hecho en Australia o en Europa, son en cambio un conquista para los chicos y jóvenes camboyanos. Y cuando los chicos son minusválido o enfermos aún más. Por ello, los Hermanos Maristas de Australia ha abierto una escuela en los alrededores de la capital Phnom Penh, acompañando a los chicos desde la escuela elemental hasta la escuela superior.
El trabajo en el instituto, que acoge a más de 80 chicos minusválido físicos y mentales, los realizan voluntarios, religiosos y laicos, que además de ofrecer una instrucción, realizan el trabajo más valioso para las vidas de los chicos camboyanos: devolverles la esperanza y el valor de sus propias vidas. Muchos de ellos, aún en medio del sufrimiento, sonríen, juegan, realizan amistades.
Según datos de Unicef, la condición de la infancia en Camboya está entre las peores del Sudeste asiático. El país presenta la más alta tasa de difusión del Sida en la región, y el tráfico de menores está en fuerte expansión. Niños y niñas son objeto de compraventa por parte de organizaciones criminales y son obligados a trabajar en condiciones de semiesclavitud, convirtiéndose en víctimas de adopciones ilegales o de explotación sexual. El 35% de las prostitutas camboyanas tienen menos de 17 años y el 43% de ellas ha contraído el VIH. Entre las causas de esta situación, Unicef señala sobre todo la pobreza y la falta de instrucción: a veces son las mismas familias las que "venden" a sus propios hijos a las organizaciones, bajo la ilusión de garantizarles un futuro mejor. (PA) (Agencia Fides 20/10/2004 Líneas: 21 Palabras: 300)


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