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Pekín (Agencia Fides) - La parroquia de S. Salvador en Pekín, (llamada Bei Tang, una parroquia del Norte de la ciudad) tiene una larga historia y una gloriosa tradición. Surge sobre un terreno donado por el gran Emperador KangXi a los Jesuitas que le ayudaron a curar de la malaria.
Se encuentra en un sitio prestigioso. Su apertura se remonta al 1703, y en ese momento poseía también una biblioteca y observatorio. Después de la disgregación de la Compañía de Jesús, la parroquia de S. Salvador fue confiada a los Lazaristas. Desde 1860 se convirtió en catedral de la archidiócesis de Pekín. En 1946, residió allí el primer Arzobispo chino de la diócesis S. E. Mons. Tomas Tian GengXin.
Después de la subida al poder del comunismo y de la revolución cultural, el gobierno chino devolvió la Iglesia a la comunidad católica el 12 de febrero de 1985. En 1989 tuvo lugar la ceremonia para la nueva apertura. Hoy la parroquia es muy activa en la pastoral. Ofrece a los fieles Misa en latín y en chino. Organiza diversas actividades parroquiales, catequesis, grupos de oración, grupos de lectura de la Sagrada Escritura.
Dada la importancia de la parroquia, que es una ventana que refleja la Iglesia en China, todos los párrocos han trabajo con empeño en la evangelización. El actual párroco ha dado siempre la máxima atención al anuncio de la Buena Nueva.
Recientemente, ha confiado una tarea a todos los feligreses: "Llevad al menos a un no-cristiano al amor de Dios y a la Iglesia: amigos, colegas, vecinos... en Navidad haremos un pequeño balance de esta evangelización con los vecinos."
Los feligreses han aceptado de buen grado y se han puesto manos a la obra. Según una consideración provisional, últimamente hay cada vez más gente en la misa dominical: en las tres celebraciones litúrgicas dominicales, la Iglesia está llena como en las festividades más solemnes.
(Agencia Fides 30/09/2004 Líneas: 26 Palabras: 362)
