ASIA/COREA DEL SUR - Apelo de los Obispos por la paz: "Con la guerra sólo miseria y catástrofe"

miércoles, 24 noviembre 2010

Cheju (Agencia Fides) - "Oramos para que la situación no empeore y no se convierta en un conflicto abierto. Oramos para que el Señor de a todos los dirigentes y a todos nosotros la fuerza y la luz para superar esta crisis. Actualmente vivimos en un momento de gran confusión y también de miedo. Hacemos un llamamiento a los gobiernos del Sur y del Norte para que se reúnan y busquen las vías del diálogo": esto es lo que dice en una entrevista con la Agencia Fides S. Exc. Mons. Peter Kang U-il, Obispo de Cheju y Presidente de la Conferencia Episcopal de Corea del Sur, a raíz del ataque de las fuerzas de Pyongyang a la isla surcoreana de Yeonpyeong. Según las últimas comunicaciones, junto a los dos soldados de Corea del Sur, han muerto en el atentado también dos civiles.
El Obispo ha dicho a Fides: "Hoy el gobierno del Sur todavía no conocen bien las razones de este ataque, que está aumentando la tensión en la península. Aparentemente se trata de razones de táctica política. Tal vez, dicen, es una manera de desviar la atención de los dramáticos problemas internos: de la escasa información que tenemos sobre el Norte, sabemos que la situación económica es muy difícil, y que se sufre de hambre y miseria". “Pero estoy seguro - dice el Obispo-, de que los líderes del Norte saben que la guerra no conduce a ninguna parte, que es sólo una catástrofe que hace sufrir a los civiles. Es una posibilidad que debemos tratar de evitar por todos los medios".
"Es urgente que la comunidad internacional intervenga, no puede cerrar los ojos ante esta situación. También hay que involucrar a la China, que tiene un gran poder de influencia sobre Corea del Norte, para comprender las raíces y las causas de esta crisis", señala el Obispo.
Esperamos el apoyo de la Iglesia universal, a través de la oración por la paz. La paz no es simplemente el resultado de la voluntad humana o la acción diplomática, sino también de la ayuda de Dios. Pedimos al Santo Padre, que rece por nosotros, por la paz y por el bien del pueblo coreano", continua Mons. Kang.
La esperanza no muere, subraya: "Un conflicto sólo traería destrucción; en cambio, sobre la paz se puede construir el futuro. Hay esperanza porque seguimos confiando en la providencia de Dios". (PA) (Agencia Fides 24/11/2010)


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