Seúl (Agencia Fides) - La preparación de la Jornada Mundial de la Juventud 2027 es un momento de plena participación de la Iglesia en Corea del Sur y una ocasión para una fructífera colaboración entre Obispos, sacerdotes, religiosos y laicos, en un camino de comunión y sinodalidad. Al Comité organizador constituido en Seúl se le ha asignado una sede y un espacio específico de trabajo en los edificios donde se encuentran las oficinas de la archidiócesis: allí trabajarán los jóvenes del "Equipo de investigación preliminar", formado por unos 40 miembros, entre sacerdotes, religiosos y jóvenes, que podrán reunirse, socializar e intercambiar ideas y mirar con creatividad hacia la próxima JMJ.
"Trabajamos, como dice el apóstol Pablo, en el respeto y la comunión de los carismas y responsabilidades de cada uno, dentro del Cuerpo de Cristo, en una experiencia que nos hace Iglesia", afirma Paul Kyung-sang Lee, obispo auxiliar de Seúl, que supervisa el Comité, subrayando la importancia de fomentar un ambiente inclusivo y acogedor para que los jóvenes puedan participar activamente, sintiéndose protagonistas.
El arzobispo de Seúl, Peter Chung Soon-taick, y el obispo Paul Kyung-sang Lee, junto con una delegación coreana, participarán en el próximo Congreso Internacional de Pastoral Juvenil organizado por el Dicasterio vaticano para los Laicos, la Familia y la Vida. En el Congreso, el equipo coreano tendrá la oportunidad de interactuar con líderes de pastoral juvenil de todo el mundo y de colaborar con el comité organizador de la JMJ Lisboa 2023. Este intercambio de ideas no sólo enriquecerá el proceso de planificación de la JMJ de Seúl, sino que servirá para fomentar un espíritu de unidad y solidaridad en previsión de este acontecimiento mundial.
El arzobispo Chung, presidente del Comité Organizador de la JMJ 2027, ha dicho a los sacerdotes y jóvenes participantes: "El proceso de preparación de la Jornada Mundial de la Juventud de Seúl es en sí mismo un viaje que hay que hacer juntos, forma parte de la Iglesia sinodal", y ha deseado que "el viaje hacia la JMJ esté lleno de gracia".
Los jóvenes coreanos que han participado en el grupo de investigación han compartido sus primeras impresiones: Deborah Jang So-hyun se ha planteado "cuál es la mejor manera de transmitir el amor de Dios"; la respuesta ha sido "es importante experimentar personalmente el amor de Dios y profundizar en el encuentro con Cristo, para dárselo al prójimo no solos, sino juntos". La hermana Son Sang-hee ha expresado así su esperanza: "Creo que con la oración, nuestra buena voluntad y humildad, la obra de Dios puede realizarse a través de nosotros". El sacerdote salesiano Kim Sang-yoon ha señalado: "Empecemos por escuchar: escuchemos atentamente a todos. Luego pondremos en común lo que recojamos y veremos adónde nos lleva el Espíritu Santo. No olvidemos que, en este camino, Dios no nos abandona, sino que está siempre con nosotros, y nos ama".
(PA) (Agencia Fides 20/5/2024)