ASIA/INDONESIA - Corrupción, intolerancia, pobreza: son los retos de la nación que da la bienvenida a Obama

martes, 9 noviembre 2010

Yakarta (Agencia Fides) - "El presidente Obama ha vivido y conoce Indonesia: le pedimos que trabaje a nivel mundial, para construir la paz y la armonía con el Islam": es lo que declara a la Agencia Fides Su Exc. Mons. Johannes Pujasumarta, Obispo de Bandung y Secretario General de la Conferencia Episcopal de Indonesia, en ocasión de la visita del presidente Obama, que hoy está en Indonesia, en la segunda etapa de su tour asiático.
En nombre de la Conferencia Episcopal, Mons. Pujasumarta señala en una entrevista a Fides los principales desafíos - intolerancia, corrupción, pobreza - en el país musulmán más poblado del mundo. Aquí vive una minoría cristiana (el 10%), que promueve los valores del pluralismo, el diálogo, el respeto, la libertad, la democracia, la dignidad humana.

Excelencia, ¿qué le diría al presidente Obama?
Como cristianos en Indonesia le pedimos que dialogue y trabaje sin descanso y con convinción, a nivel global, para construir armonía y paz entre Occidente y el mundo islámico. El Presidente conoce Indonesia, un país que puede ser un modelo de pluralismo, diálogo y respeto mutuo entre las diferentes comunidades, a pesar de las dificultades existentes.

¿Se refiere a los riesgos de una creciente intolerancia religiosa?
Me gustaría, en primer lugar, dar una visión general: Indonesia es un país vasto y plural, un mosaico compuesto y armonioso, una sociedad en la que se vive a diario el diálogo, el respeto, el pluralismo, la cooperación entre las diferentes comunidades religiosas. Pero cuando la religión es manipulada por intereses políticos, la armonía de la convivencia se altera: esto sucede especialmente por el trabajo de pequeños grupos islámicos radicales, que se deben considerar como grupos que pretenden cambiar los mismos fundamentos del estado

En este contexto, ¿cuál es el papel de los cristianos en el país?
Indonesia no es un estado teocrático o un estado laico, sino un estado que podríamos llamar "laico-religioso", ya que se basa en cinco principios (el "Pancasila") que hacen referencia a una religiosidad pública y a valores comunes de humanidad. Como ciudadanos de esta nación, como cristianos, tenemos una gran responsabilidad - sobre todo nosotros los Obispos - para contribuirr a construir la vida civil y democrática, junto con todos los hombres de buena voluntad.
Además es tarea nuestra defender la identidad nacional, basada en los principios del "Pancasila", que garantizan nuestras vidas, nuestra libertad y nuestra misión, como la de todos los ciudadanos. En contra de cualquier intento, latente o manifiesto, de imponer la “sharia”, la ley islámica, en la sociedad. Somos muy conscientes de las dificultades, pero la brújula de nuestras acciones sigue siendo el diálogo con todos, incluidos los radicales.

"Diálogo" es una palabra clave para vosotros, pero ¿es realmente posible siempre?
Nuestra situación es la siguiente: vivimos en una nación con una gran mayoría musulmana. El futuro de Indonesia depende de cómo podremos fomentar e instaurar la palabra "diálogo" actualmente, entre las diferentes comunidades religiosas como una forma de paz y armonía.
Estamos convencidos, y es una parte integral de nuestra misión en este país. También me gustaría señalar que este es un camino y un enfoque compartido. Lo que la Iglesia promueve no es sólo pura “tolerancia hacia los demás", sino un verdadero diálogo que crea amistad, estima, una cultura del respeto e incluso amor entre los creyentes de las diferentes comunidades.

Qué piensa de la corrupción que los observadores describen como "omnipresente"?
Como Obispos, también recientemente, hemos descrito en varias ocasiones la corrupción como un cáncer que destruye toda la nación, que afecta a todos los aspectos de la vida social, y que es un fenómeno abiertamente aceptado y tolerado. Es inaceptable, es la esclavitud de la vida común al dios dinero. La Iglesia promueve una ética de la transparencia, y trata de educar las conciencias a los valores de la honestidad, de la dignidad, del don y del servicio. También en la gestión de la iglesia es necesario promover una administración honesta y transparente, a fin de ser creibles en el exterior.

¿Los Obispos han informado de la alarma de la pobreza también?
Sobre este tema nuestra atención ha sido siempre mucha. Según los datos del censo del 2010, la población de Indonesia ha llegado a 238 millones. Pero, en nuestra opinión, el desarrollo social en los últimos años ha beneficiado principalmente a los ricos: por ejemplo las escuelas y hospitales se encuentran fuera del alcance de los pobres y la brecha social se hace más profunda. Con el aumento de la población, los pobres y excluidos son cada vez más y más, y este desequilibrio es motivo de preocupación para la comunidad cristiana. La Iglesia está llamada a ser una "Iglesia de los Pobres" para mostrarles el amor de Dios, un "amor preferencial" hacia los más pobres de entre los pobres. (PA) (Agencia Fides 9/11/2010)


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