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Seúl (Agencia Fides) – Tristeza e indignación son los sentimientos de la Iglesia coreana después de que un tribunal de Seúl definió como “no humanos” los embriones congelados, aprobando prácticas como la experimentación y la destrucción de embriones. La sentencia puso fin a un apelo presentado por algunos padres y por otros 11 expertos, entre filósofos, médicos y biólogos, que se oponían al uso de dichos embriones, congelados después de la práctica de la fecundación “in vitro”, para la investigación científica.
“Es una sentencia contraria a la vida humana y la misma ciencia”, comenta en una entrevista con la Agencia Fides el Card. Nicholas Cheong, Arzobispo de Seúl. “Estamos muy tristes y preocupados. Como Iglesia nos oponemos firmemente a esta aproximación y hemos manifestado inmediatamente nuestro público rechazo. ¿Cómo es posibles que un tribunal se arrogue el derecho de negar que el embrión es un ser humano?”, afirmó el Cardenal.
Además, en este episodio hay un agravante: Los mass-media coreanos han prácticamente hecho silencio o pasado a un segundo plano la noticia, sin darle la importancia que tiene. “La comunidad cristiana, por lo tanto, deberá también informar y despertar la conciencia de los ciudadanos”, declaró el Arzobispo de Seúl.
“Continuaremos a sensibilizar la opinión pública sobre el delicado tema del respeto a la vida desde su concepción hasta la muerte natural. Haremos todo lo posible, organizaremos vigilias de oración y manifestaciones pacíficas en defensa de la vida” promete Mons. Cheong.
Según el Cardenal, detrás del silencio general sobre dicha cuestión hay también motivos políticos. En Corea se celebran mañana, 2 de junio, las elecciones regionales y administrativas, y los temas electorales han restado importancia a una sentencia que tiene consecuencias e implicaciones éticas tan importantes. Por otro lado, los políticos no han querido exponerse en una materia tan delicada a en vísperas del voto. (PA) (Agencia Fides 1/6/2010 – líneas: 25; palabras: 318)
