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Cebú (Agencia Fides) - Tiene lugar hoy, 30 de junio, en Cebú City, ciudad sobre la homónima isla, en el centro de Filipinas, la ceremonia de asentamiento del 14º Presidente de la República, la recién elegida Gloria Macapagal Arroyo. Arroyo, acompañada por el vice presidente Noli de Castro, recibe la investidura oficial para un mandato de seis años por parte del jefe del Tribunal Supremo, el juez Hilario Davide. La elección del lugar ha caído sobre la ciudad en el centro del archipiélago, porque Cebú ha sido una de las fortalezas del electorado de Arroyo, que ha conseguido en la isla más de 1,2 millones de votos. En las elecciones del 10 de mayo, (el recuento de las fichas y el control por parte de un Comité del Congreso Filipino concluyó hace pocos días entre polémicas y tensiones) Arroyo recibió cerca de 16 millones de votos, un millón más que su adversario más acreditado, el actor Fernano Poe.
Después de la ceremonia, la presidenta irá a la histórica Iglesia metropolitana de Cebú, dónde participará en un Santa Misa de agradecimiento celebrada por el Card. Ricardo Vidal. Los cebuanos, conocidos por su alegría y acogida, se preparan para vivir una noche de fiesta, con danzas y cantos en toda la ciudad.
También en Manila la atmósfera parece serenada, después del discurso a la nación del 29 de junio de Arroyo en el Parque Rizal, dónde el alcalde de Manila, Lito Atienza, presentó a la presidenta a los ciudadanos como la persona que será capaz de solucionar los problemas económicos y políticos que afligen la nación. La manifestación se vio turbada por los partidarios de Fernando Poe, que no han aceptado todavía el resultado electoral y realizan fuertes acusaciones de fraudes. Algunos de los manifestantes, que se encaminaban hacia el palacio presidencial de Malacanang, se enfrentaron con la policía de Manila.
Los líderes de la Región Autónoma Musulmana de Mindanao, dónde Arroyo ha tenido más de 500.000 votos, han manifestado por el contrario, apoyo a Arroyo. El gobernador Parouk Hussin y el vice Mahid Mutilan han deseado que la presidenta "ponga en su agenda reconciliación y desarrollo."
También el Presidente de la Conferencia Episcopal de Filipinas, Mons. Fernando Capalla, ha expresado a Arroyo una calurosa felicitación de parte de los Obispos del país. “Hemos rezado mucho", subraya el breve mensaje dirigido a la presidenta: "Esté segura de la solicitud pastoral de los Obispos, ante todo en socorrer la plaga de los pobres que viven en nuestro país."
En el primer discurso a la nación, Arroyo ha reafirmado su llamamiento a la unidad nacional, a nivel político y social. "Necesito de todos los filipinos para unir el país", ha dicho, "es más lo que nos une, que lo que nos divide."
Según los observadores, el discurso de Arroyo intentaba ganar el apoyo de aquellas parte de la población más pobre (cerca de un tercio de los 84 millones de filipinos vive con menos de un dólar al día) en su mayoría seguidores de Poe.
Arroyo tiene delante de si el desafío de la recuperación económica de la nación y las reformas administrativas, la lucha contra la corrupción y el paro.
(PA) (Agencia Fides 30/6/2004 Líneas: 40 Palabras: 544)
