ASIA/FILIPINAS - Hacia las elecciones: “No a la compraventa de votos, los fieles han de ver las cosas según la óptica del Evangelio”, declara a Fides un obispo filipino

viernes, 26 febrero 2010

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – Urge “que cada cristiano diga no, con valentía y visión de futuro, a las falsas ilusiones de la compraventa de votos, y que vea cada situación, política y social, según la óptica del Evangelio”: es el comportamiento que ha de aplicarse a la política, para el discernimiento de cada cristiano filipino con vistas en las elecciones de mayo próximo, momento clave para la historia del país. Es lo que declaró en diálogo con Agencia Fides S. E. Mons. Gilbert Garcera, Obispo de Daet, en Roma, con ocasión de un curso de formación promovido por el CIAM (Centro Internacional de Animación Misionera).
Mons. Garcera es Obispo de un territorio en la isla de Luzon, al sur de Manila, y desde su observatorio nota que a nivel nacional “hay ideas contradictorias que se confrontan en la escena pública: todos dicen buscar el bien de la nación pero, como afirma la Conferencia Episcopal, todo ciudadano debe realizar un serio examen de consciencia así como un profundo discernimiento, dejándose guiar por la fe, para reconocer los valores auténticos y el verdadero bien del país”.
La Iglesia enseña a “ver la política con la óptica de la moralidad, con todo lo que eso significa: transparencia, honestidad, lucha contra la corrupción, respeto de la vida y de la familia, atención a los estándares de vida y al bienestar de la población”, explica a Fides el Obispo.
La Iglesia católica en las Filipinas, en esta fase de la campaña electoral, está comprometida en defender públicamente la vida y la familia y ha recalcado una vez más su llamado a luchar contra la corrupción, uno de los peores males de la sociedad y de la política nacional.
“A nivel local la gente respeta y escucha a la Iglesia, incluso si –denuncia Mons. Garcera– hay fuertes presiones en este momento para que la gente actúe de otro modo y venda su voto. En esta situación es un deber de la Iglesia intervenir, sobre todo en la formación de las conciencias: es necesario hacer entender a la población que la realidad hay que considerada de manera más amplia, no solamente mirando a un mísero beneficio personal, sino obrando por el bien común de las personas y de la sociedad entera”. (PA) (Agencia Fides 26/02/2010; líneas 26, palabras 403)


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