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Manila (Agencia Fides) – “Los candidatos a la presidencia de la República deben ser claros sobre las cuestiones que tocan el respeto de la vida y de la familia. Si se definen católicos no puede haber una dicotomía entre la fe y el servicio público al que están llamados”: son las declaraciones de Mons. Paciano Aniceto, Arzobispo de San Fernando y Presidente de la Comisión Episcopal de Vida y Familia, en una entrevista con la Agencia Fides. La Comisión publicó, culminando el 2009, un “Catecismo sobre familia y vida para las elecciones del 2010”, en el que se ilustra la posición de la Iglesia y se les pide a los gobernantes “cultivar una moralidad iluminada por la fe”, no apoyando por lo tanto una ley que viole el derecho a la vida y los derechos de las familias.
El documento ha generado un amplio debate en la prensa, en la opinión pública y en la política de Filipinas, en esta “etapa caliente” de la campaña electoral en vistas a las elecciones presidenciales del próximo mayo. En concreto, el Catecismo ha tenido el efecto de “obligar” a los candidatos a la presidencia a pronunciarse a favor o contra de un texto de ley que se está discutiendo en el Congreso Filipino, el “Documento sobre la salud reproductiva” (Reproductive Health Bill).
El proyecto de ley quiere legalizar y promover en Filipinas prácticas de aborto y la contracepción entre los jóvenes como un instrumento para el control natal. Recientemente el Congreso filipino, por lo delicado del tema y las divisiones en la opinión pública, renunció a examinar la ley y a votarla, posponiéndola para después de las elecciones.
La renuncia del Congreso ha causado una fuerte reacción en la prensa que ha atacado duramente a la Iglesia católica, acusada por el principal periódico filipino, el Philippine Daily Inquirer, de ser “dentro de ella injusta e inmoral”, de querer imponer una moral a la nación, de querer limitar la libertad de los ciudadanos y de impedir el control demográfico.
Mons. Aniceto anticipó a la Agencia Fides las respuestas a estas acusaciones, que difundirá en un comunicado público: “Varias veces hemos condenado la injusticia y la inmoralidad, tanto en la vida pública como en la Iglesia. Más de una vez hemos hablado contra la corrupción y hemos pedido transparencia en la política, especialmente en vistas a las elecciones. En este momento la llamada ‘salud sexual y reproductiva’ es una nueva agenda política nacional, y exige una respuesta clara de la Iglesia y de los hombres públicos. Tenemos la intención de presentarle al pueblo filipino las orientaciones de la doctrina social de la Iglesia. Queremos desenmascarar las trampas presentes en el texto de ley que se está discutiendo en el Congreso y la presión que sobre dicha materia ejercen en Filipinas algunas agencias de la ONU y de los Estados Unidos, favoreciendo medios de control demográfico que violan el derecho a la vida. Queremos informarles a los ciudadanos de una delicada cuestión de conciencia que necesita la luz de la fe”. (PA) (Agencia Fides 5/2/2010 - líneas 35, palabras: 540)
