ASIA/FILIPINAS - “Luto y dolor. Pero se refuerza nuestro trabajo de información al servicio del Evangelio” declara a Fides el Presidente de la Comisión episcopal para los medios de comunicación social, después de la masacre de Maguindanao

viernes, 27 noviembre 2009

Manila (Agencia Fides) – “Es una jornada de luto para el país, para la Iglesia y para el mundo de la información. Estamos muy tristes y adolorados. Sabíamos que Mindanao era un zona de conflictos y tensiones, pero nadie podía imaginar un desastre como este, que quedará grabado en la historia del país”: con estas palabras S.E.R. Mons. Bernardino Cortéz, Presidente de la Comisión para las Comunicaciones Sociales y los Mass-Media de la Conferencia Episcopal de Filipinas, comentó en una entrevista con la Agencia Fides la reciente masacre de Maguindanao, donde murieron 57 personas entre estas 29 periodistas.
“Le pedimos al gobierno y al ejército que hagan todo lo posible por controlar la situación y asegurar que los culpables sean juzgados. Rezamos por la paz en Mindanao y sabemos que toda la Iglesia del mundo reza con nosotros”, prosiguió.
Entre los 29 periodistas asesinados se encontraba también la reportera católica Neneng Montano, colaboradora de una radio diocesana en Marbel (ver Fides 25/11/09). El Obispo afirmó: “Murió por cumplir con su trabajo al servicio de la verdad y de la reconciliación. La Iglesia y todos los trabajadores de las comunicaciones han expresado su solidariedad. Como presidente del Catholic Media Network – red que une a 54 radios católicas de Filipinas, incluida la de Marbel – expresó mi profunda consternación. Pero este drama nos refuerza en nuestro trabajo de información al servicio del Evangelio”.
La Asociación Nacional de Periodistas Filipinos subrayó como en el sur del país “reina la cultura de la impunidad total”. Reporters sans Frontières declaró: “Nunca antes en la historia del periodismo la profesión había pagado un costa tan algo en un sólo día”. Según Amnesty International, “este episodio evidencia los riesgos que va a tener que enfrentar la sociedad civil en el periodo precedente a las elecciones de mayo del 2010. En Mindanao, ejércitos privados bajo las órdenes de potentes hombres políticos se hacen responsables de graves violaciones de los derechos humanos y permanecen impunes. Le pedimos al gobierno filipino que desarme estos ejércitos privados y los grupos paramilitares, y que introduzca estándares de protección de los derechos humanos”.
La Conferencia Episcopal de Filipinas y todas las Conferencias Episcopales de Asia condenaron la masacre de Maguindanao a través de las palabras de Mons. Orlando Quevedo, Obispo de Cotabato y Secretario General de la Federación de las Conferencias Episcopales de Asia (FABC): “Es un crimen que grita justicia al cielo. Desde lo profundo de mi corazón condeno esta masacre. Recemos a Dios por las víctimas y pidámosle que les de consuelo a sus familias”.
“La cultura de la impunidad ha crecido en estos años en Filipinas”, subraya el prelado, y hunde sus raíces “en una cultura de la conveniencia política que no parece cambiar en vistas de las elecciones del 2010”. Mons. Quevedo agregó: “El país necesita un cambio radical de valores, en los individuos, en las familias y en las comunidades. Aprender nuevos valores significa transformar nuestra cultura desde el interior”, en el sentido de la fraternidad y el bien común. (PA) (Agencia Fides 27/11/2009 - líneas 38 palabras 537)


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