ASIA/FILIPINAS - “La proliferación ilegal de las armas ligeras: una plaga para Mindanao”, dice a Fides p. Eliseo Mercado OMI después de la matanza de Maguindanao

martes, 24 noviembre 2009

Cotabato (Agencia Fides) – En la sociedad de Cotabato y en las provincias colindantes existe grande miedo e indignación por la que definen en Mindanao “guerra de calle”: la violencia entre bandas paramilitares y el proliferar de milicias civiles de diversa matriz. Se trata de cuerpos armados miembros de clanes políticos o con una fuerte referencia ideológico-religiosa (se definen en antagonismo "musulmanes" o "cristianos"); o todavía al servicio de los intereses de potentes hombres locales; incluso maniobrados por sectores del ejército desviados o corruptos.
El clima de violencia, ilegalidad e impunidad hace difícil la vida para la población de Mindanao. El episodio del secuestro y la bárbara ejecución de 46 personas en la provincia de Maguindanao ha llevado el fenómeno hacia la atención de las crónicas internacionales. El Presidente de las Filipinas, Gloria Arroyo, ha proclamado el estado de emergencia a tiempo indeterminado en las provincias meridionales de Maguindanao y Sultan Kudarat y en Cotabato City para impedir ulteriores violencias entre los clanes (sobre todo entre los Mangudadatu y el de los Ampatuan, rivales desde generaciones). Millares de soldados se han alineados y el gobierno ha asegurado “todos los esfuerzos para castigar a los responsables con el máximo rigor”.
Pero la cuestión está abierta, nota en un coloquio con la Agencia Fides P. Eliseo Mercado, de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada, docente en la universidad Notre-Dame de Cotabato y gran conocedor del área de Mindanao: “No hay duda que la proliferación ilegal de armas ligeras en el sur de las Filipinas es el problema principal, que contribuye a hacer crecer el número de heridos, muertos, violaciones de los derechos humanos y a alimentar la guerra entre bandas rivales”.
El punto es que también los civiles han iniciado a armarse para defenderse de la violencia dominante. Se calcula que más de 1,1 millones de armas ilegales, sin licencia, circulan en las Filipinas, la mayor parte en el Sur. Además de 1,8 millones de armas legales en toda la nación. Según datos de la Policía filipina, el 97% de los crímenes registrados entre el 2004 y el 2008 ha sido cometido utilizando armas ilegales. “Es un fenómeno que contribuye a crear inestabilidad y a deteriorar la paz y el orden público”, ha dicho p. Mercado.
Recientemente el gobierno ha difundido una “remisión” por la que los poseedores de armas ilegales que las registren no sufren sanciones. Pero los resultados no han sido satisfactorios, señal que la mayor parte de las armas está en manos de bandas criminales. Se trata de un problema importante, que los nuevos legisladores y el nuevo gobierno (las elecciones son en 2010) tendrán que afrontar con urgencia”, nota el misionero. “Se juega el futuro y la paz social en Mindanao”.
El mayor exportador mundial de armas ligeras es Estados Unidos, de donde proviene la gran mayoría de las armas presentes en las Filipinas. Recientemente el Secretario de Estado de EE.UU., Hilary Clinton, ha declarado públicamente que su gobierno se empeñará para detener la proliferación de las armas ligeras en el mundo. “Es una posición que acogemos favorablemente, con la esperanza que influya en la dramática situación del sur de las Filipinas”, concluye p. Mercado. (PA) (Agencia Fides 24/11/2009)


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