ASIA/VIETNAM - “El Año Jubilar, tiempo de gracia para la Iglesia vietnamita y para su misión”, dice a la Agencia Fides el Cardenal Pham Minh Man

sábado, 21 noviembre 2009

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides)– “En este Año Jubilar, como Pueblo de Dios, queremos hacer memoria de la gracia que el Señor nos ha concedido en los siglos. Queremos agradecer a Él y a los misioneros mártires que han dado la vida por el nacimiento y crecimiento de nuestra Iglesia”, con estas palabras Su Em. el Card. Jean Baptiste Pham Minh Man, Arzobispo de Ho Chi Minh City, explica en un coloquio con la Agencia Fides el significado del Año Santo que inicia el 24 de noviembre – solemnidad de los Mártires Vietnamitas- en So Kien, localidad a 70km de Hanoi, donde fue bendecida la primera catedral del Vicariato Apostólico de Tonchino. La Iglesia local festeja los 350 años del nacimiento de los primeros dos Vicariatos Apostólicos de Tonchino y Concincina (1659-2009) y, al mismo tiempo, celebra sus 50 años de institución de la jerarquía en Vietnam (1960-2010).
“El Jubileo servirá para re forzar nuestra fe y compartirla con los otros”, dice el Cardenal explicando sus objetivos: “Rezamos a Dios para que nos ayude en esta tarea y para que crezca la conciencia de los fieles sobre su rol de ser testimonios y evangelizadores”.
Además, “apuntamos mucho a promover una activa participación de los laicos para la edificación y el crecimiento de la comunidad católica en Vietnam”. Refiriéndose a la situación de la Iglesia, el Card. afirma: “No tenemos escuelas católicas, pero queremos alentar a las familias, a las comunidades y a las instituciones a que sean ‘escuelas de fe’. Tenemos catequistas en cada parroquia, pero a nivel pastoral su obra es insuficiente. Está dirigida sobre todo a los niños, pero tras la confirmación los jóvenes con frecuencia se alejan de la Iglesia. En este Año Santo queremos dirigirnos en particular a los jóvenes y a las familias”.
Sobre el impacto que podría tener el Jubileo sobre la sociedad, el Cardenal dijo a Fides: “En la sociedad se piensa en el dinero y se van imponiendo modelos consumistas. Queremos que la población vietnamita sepa lo que significa para los cristianos una ‘vida de fe’: no un conflicto o un enfrentamiento por el poder o por la riqueza, sino vivir en la verdad y en el amor de Cristo. Queremos resaltar y hacer comprender a todos lo que es la Iglesia y como esta puede contribuir al bien común de la población y de la nación”.
En algunas celebraciones jubilares –como la ceremonia de apertura, la de clausura, el Congreso que se realizará en noviembre 2010- participarán altos exponentes de las autoridades civiles: “El Jubileo será un paso para mejorar las relaciones con el gobierno. Lo esperamos pues sabemos que es necesario dar tiempo al tiempo”, dice el cardenal.
“Notamos algunos alentadores signos: recientemente he procurado difundir entre los funcionarios la traducción de la Caritas in Veritate en vietnamita. Es importante aclarar que la Iglesia no es un peligro para la nación sino que quiere contribuir al desarrollo humano del país. Si esta convicción se realizará, todo será más fácil”, concluye. (PA) (Agencia Fides 21/11/2009; líneas 36, palabras 524)


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