ÁFRICA/ANGOLA - Más de 20 mil angoleños, repatriados a la fuerza de la República Democrática del Congo, viven en extrema necesidad: la preocupación de la Iglesia

miércoles, 4 noviembre 2009

Luanda (Agencia Fides)- Más de 20 mil angoleños repatriados a la fuerza de la República Democrática del Congo continúan viviendo en carpas, con pocos alimentos y casi sin asistencia médica. La situación humanitaria se está deteriorando a causa de las lluvias que están afectando las aldeas de Mbanza Congo y de Kuimba en la provincia de Zaire.
En una entrevista a “Radio Ecclesia”, p. André Justino Futy, de la diócesis de Mbanza-Congo, llamó la atención sobre la desastrosa situación en la que viven los repatriados: “más de veinte mil personas necesitan urgentemente ayuda y alimentos”.
“La insistente lluvia de los últimos días nos ha dado un descanso. En estos días no está lloviendo, gracias a Dios, ya que si hubiera continuado a llover con la intensidad de los días anteriores la situación hubiera sido muy complicada” agregó el sacerdote.
P. Futy advirtió que “la lluvia intensa puede volver a comenzar en cualquier momento, pero el problema principal es que no todos tienen donde protegerse. Las carpas disponibles no son suficientes para todas las familias que se han refugiado aquí”.
Desde hace semanas las relaciones entre Angola y la RDC son tensas por causa de la recíproca expulsión de ciudadanos de ambos países (ver Fides 22/10/2009), en el fondo está la cuestión sobre la repartición de los recursos petroleros de una zona común en el Océano Atlántico.
La Comisión Episcopal para la Pastoral de los Migrantes, de Justicia y Paz, Caritas Angola y el Jesuitt Refugee Service, han publicado un comunicado, firmado por S.E.R. Mons. Zacarias Kamwenho, Arzobispo emérito de Luanda y Presidente de la Comisión episcopal para la emigración, la justicia y la paz, en el que se deplora “los eventos que han involucrado a migrantes de la República Democrática del Congo y de Angola”. “La violencia no resuelve ningún problema. No dejemos que nos arrastre el odio, la venganza o la discriminación sino más bien sentimientos de fraternidad y de solidariedad que contribuyan a la construcción de la familia, de la sociedad y de la Iglesia”.
“Pedimos, además, a todos los ciudadanos que no usen la violencia contra los extranjeros y contra los congoleños que viven y trabajan en nuestro país y de ser solidarios con los hermanos que se ven obligados a regresar al país. Les pedimos a los medios de comunicación que ayuden a mantener un clima de paz y reconciliación, e incluso cuando muestren la verdad usen un lenguaje que evite los prejuicios. Expresamos nuestra confianza en el gobierno y lo alentamos a continuar sus esfuerzos de diálogo y de búsqueda de una solución pacífica para todos”. (L.M.) (Agenzia Fides 4/11/2009 – Líneas: 32, Palabras: 457)


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