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Buenos Aires (Agencia Fides) – “Es necesario convertirse a la verdad para poder vivir en la justicia, para poder tener un sentido correcto de lo que es justo; entonces sí se podrá disfrutar de la paz”. Es cuanto ha afirmado Mons. Héctor Aguer, Arzobispo de La Plata, en su intervención el sábado pasado durante el programa de televisión “Claves para un mundo mejor”. “El problema de la paz es más profundo de lo que se piensa porque no representa la mera ausencia de guerra, de conflicto, de violencia”, ha explicado el Prelado, añadiendo que “en la sociedad argentina de hoy se percibe claramente que no hay una paz consolidada”. Son tantas las tensiones, la violencia apenas contenida, los brotes de exasperación que demuestran “que falta una auténtica paz”, pero que no puede darse sin una “plena justicia”. “La fórmula tradicional de la justicia es: a cada uno lo suyo. Si cada uno no puede ser quien es y no lo reconocen como lo que es y no se salvaguardan sus derechos, no se siente tratado con justicia y lógicamente tiende a reclamar lo que le corresponde”. Y es cuando estas relaciones injustas se multiplican que falta un clima de paz.
A este punto, el desafío fundamental es comprender “cómo se asegura la justicia en una sociedad”; un compromiso que corresponde “sobre todo a los que tienen la conducción de la sociedad política, pero que de algún modo también corresponde a todos los ciudadanos”. Para el Arzobispo de La Plata “el problema de la justicia, de dar a cada uno de lo suyo, de hacer y facilitar que cada uno sea quien es tiene que ver con el reconocimiento de la verdad.”, que representa “la realidad, la naturaleza de las cosas”. En la Argentina de hoy, sin embargo, se está camuflando la verdad, “no queremos reconocer la verdad, estamos viviendo un mundo de ficciones”, “que ponen entre paréntesis la realidad”, ha denunciado ulteriormente Mons. Aguer. Hace falta partir de nuevo siendo conscientes de que “el hombre está hecho para la verdad, para la justicia, pero esta sola no basta; hace falta el amor, la solidaridad, la caridad, la amistad social”. Solo de esta manera “empezaremos a disfrutar de la paz”, ha concluido el Arzobispo. (GT) (Agencia Fides 20/10/2009)
