AFRICA - “Voluntad de paz y perdón en el pensamiento africano”: la intervención del Profesor Martin Nkafu Nkemnkia, Docente de las Universidades Pontificias Lateranense y Gregoriana

martes, 20 octubre 2009

Roma (Agencia Fides)- “África necesita un proceso de reconciliación ad intra y ad extra” ha dicho el Prof. Martin Nkafu Nkemnkia, camerunés docente de cultura, religión, arte y pensamiento africanos en las Universidades Pontificas Lateranense y Gregoriana de Roma, en su intervención al Seminario “Reconciliación, Justicia y Paz en África”, organizado con ocasión de la II Asamblea Especial por el África del Sínodo de los Obispos, del instituto de Derecho Internacional de la Paz “Giuseppe Toniolo” y del Foro Internacional de Acción Católica (FIAC).
El Profesor Nkafu, inventor del concepto de “vitalogia africana”, (un neologismo creado para designar la visión africana de la realidad, del hombre y de Dios) ha explicado que África tiene ante todo que reconciliarse a si misma porque son muchos los conflictos y los focos de guerra y los desórdenes dentro de algunas naciones y las divisiones que oponen diversas naciones por cuestiones de confines y por la repartición de los recursos naturales. Pero también hace falta una reconciliación entre África y quién, desde el exterior, alimenta estos conflictos. “No se pueden negar las responsabilidades de los ejecutivos africanos en suscitar y provocar las violencias que ensangrientan África, pero no se puede olvidar que las guerras africanas se combatirían con arcos y flechas si no hubiese alguien que proveyera desde fuera del continente armas modernas a los africanos para combatir entre ellos”. Además, “el neocolonialismo que transforma a los colonizados en cómplices y ejecutores de la misma colonización, conduce necesariamente a una crisis cultural y por lo tanto a una crisis de identidad”. Una crisis de identidad que se refleja por lo tanto a nivel político, social y económico. La misma democracia occidental arriesga, en África, de transformarse en dictadura disfrazada ("dictadura democrática", la ha definido el relator) si en el centro político se enfrentan unos cuarenta partidos políticos que pero hacen referencia a un hombre solo o bien a una facción individual.
Según el relator, África tiene que recobrar la propia identidad cultural para asegurar la paz en la justicia y progresar en el desarrollo humano y social. “Para los pueblos africanos la paz es posible sólo si se les considera miembros de la única familia humana. La paz constituye un bien supremo, necesario para la convivencia armoniosa entre los individuos, en la comunidad y entre los hermanos de la familia ampliada, incluso entre los enemigos”.
Para sanear un conflicto hace falta un proceso de reconciliación comunitaria que inicia con el reconocer cada uno las mismas culpas frente a la comunidad. El culpable por lo tanto después de haber prometido de arreglar al daño cometido, recibe el perdón de parte de la víctima. “La reconciliación como acto último de la recuperación y la reintegración en la armonía de la comunidad pasa a través de un examen de conciencia, la individuación de las propias culpas, de los propios males y de los propios pecados, para después pedir el perdón comunitario. El ritual de reconciliación se concluye con una comida que compartir en una atmósfera de fiesta. La penitencia varia de País a País. Se puede solicitar una suma de dinero que dar a la comunidad, quizás justo para organizar la fiesta de reconciliación. Sólo en los casos en que el daño es muy grave (destrucción de un bien costoso) o bien en el caso que la víctima tenga que recurrir a gastos médicos, el reembolso se da a quien ha padecido por ese error”.
Hace falta pues un gran esfuerzo de verdad para reconducir la paz en África, un esfuerzo al se tiene que asociar no sólo el continente africano, sino también el resto del mundo, especialmente de los que siguen alimentando las guerras y las dictaduras africanas para saquear impunemente sus preciosos recursos naturales (L.M.) (Agencia Fides 20/10/2009)


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