VATICANO - En la Jornada Mundial Misionera el Card. Iván Dias preside en San Pedro la celebración conclusiva del IV Centenario de la muerte de San Juan Leonardi, que “jamás abandonó Italia y vivió una vida intensa como misionero”

lunes, 19 octubre 2009

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - San Juan Leonardi “con su vida luminosa acercó Dios a los hombres. He ahí el sentido de su misionalidad”: lo afirmó el Card. Ivan Dias, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, que el domingo 18 de octubre, Jornada Mundial Misionera, presidió la Concelebración Eucarística en el Altar de la Cátedra de la Basílica de San Pedro, como conclusión de las celebraciones por el IV centenario de la muerte de San Juan Leonardi (1541-1609), Fundador de la Orden de los Clérigos regulares de la Madre de Dios y cofundador del Colegio Propaganda Fide.
Recorriendo el compromiso de vida de San Juan Leonardi, “de que entre sus contemporáneos volviese a brillar la luz de Cristo y se advirtiese el calor del amor misericordioso de Dios”, como escribió el Papa Benedicto XVI en su Mensaje al Superior General de los Clérigos regulares de la Madre de Dios, el Card. Dias recordó que “es posible seguir a Cristo sólo si se perciben los trazos luminosos de su Rostro en el de aquellos que le pertenecen. Se lo anuncia verdaderamente sólo si se hace visible su Presencia mediante la presencia de hombre que, tocados por la Gracia de Dios, hagan presente a Dios nuevamente ante los hombres”.
Seguidamente el Prefecto del Dicasterio Misionero puso en relieve algunos aspectos fundamentales del celo misionero de San Juan Leonardi: “creía firmemente en una renovada misionalidad, no reducible a estrategias propagandísticas, sino a un permanente amor que urge, empuja y motiva una creatividad que no conoce descanso... Su misionalidad no es sólo geográfica, en el sentido de que para expresarse no tiene necesidad de abandonar los espacios que le son más familiares... Comenzar no es suficiente, si luego la propia vida no se consuma por la causa del otro. San Juan Leonardi jamás abandonó Italia y vivió una vida intensa como misionero”.
Hacia el final de su vida, Juan Leonardi anhela una reforma de la Iglesia, a la que desea toda misionera, como escribe al Papa Pablo V: “La misión es el antídoto contra una Iglesia autorreferencial, y por consiguiente aburguesada y cansada - afirmó el Card. Dias -. La vida de fe, tanto personal como comunitaria y eclesial, retoma nuevo vigor cada vez que se extienden sus horizontes para el anuncio del Evangelio. San Juan Leonardi es consciente de que no se trata de hacer hermosos programas o multiplicar escritos si luego no hay hombre dispuestos a realizarlos con total abnegación. He aquí la idea central que sostiene toda la propuesta que se plasmará en la fundación del Colegio Propaganda Fide: formar hombres apostólicos, procedentes de los mismos lugares y ambientes a los que luego se tendrán que dirigir”.
Según su pensamiento, esta “unidad operativa” debía estar compuesta por sacerdotes autóctonos, que supieran desde el inicio que su mundo habría de ser el de las fronteras más alejadas, tanto desde el punto de vista geográfico como social; formados y templados, que tomasen en cuenta incluso la posibilidad del martirio; despojados de todo con tal de hacerse todo a todos en el nombre de Jesús, listos para hacerse presentes donde el abandono de la fe o reales dificultades pondrían en dificultades incluso a las más fuertes.
“La misión es lucha, agonía, pasión: es vida plena, con todo el grueso de la humanidad. La participación en la misión, afirma San Juan Leonardi, no está dejada al arbitrio, aunque sea generoso, del individuo, sino que debe considerarse como una ley fundamental de vida de la comunidad entera. La comunión exige expresarse en la corresponsabilidad por la misión, en el intercambio recíproco y en la ayuda que todos los creyentes pueden dar en orden al anuncio del Evangelio. Esto es lo que llevaba en el corazón San Juan Leonardi -concluyó el Cardenal- y que esperamos, por su intercesión, se haga cada vez más vivo en el corazón de sus hijos espirituales, los queridos hermanos Clérigos Regulares de la Madre de Dios, y de todos los miembros de la gran familia de Propaganda Fide que reconocen en San Juan Leonardi su cofundador y modelo”. (S.L.) (Agencia Fides 19/10/2009; líneas 45, palabras 682)


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