ÁFRICA/ZIMBABUE - “Sanación nacional y reconciliación”: Carta Pastoral de los Obispos sobre los males de la nación y los caminos para la sanación

viernes, 2 octubre 2009

Harare (Agencia Fides)- “Todos somos culpables, quienes han sido víctimas una vez, se han convertido en agresores la vez siguiente, mientras muchos otros no han hecho nada frente a las atrocidades perpetradas ante sus ojos. Hoy, todos necesitamos curar estas heridas y curar nuestro sentimiento de culpa. Esta sanación facilita la reconciliación entre nosotros y con nuestro Creador. Con la curación y la reconciliación, nuestra nación podrá levantarse y proceder hacia el desarrollo político, social, cultural y económico”, escriben los Obispos de Zimbabue en una Carta Pastoral intitulada “Sanación nacional y reconciliación”.
En su Carta Pastoral, enviada a Agencia Fides, los Obispos analizan al detalle las profundas raíces de estas heridas, distinguiendo tres periodos de la historia del país: pre-colonial, colonial y el de la independencia. Esto porque, dicen los Obispos, “cada época tiene sus fuentes de conflictos sean estos políticos, económicos y culturales. Y así, las diversas épocas han profundamente influenciado las sucesivas. Esto hace compleja la situación, y el hecho que los conflictos que existían antes del colonialismo han sido utilizados por el sistema colonial en base a la estrategia del “divide et impera” para mantener el poder. Algunos de estos métodos y estrategia han sido heredados y perpetuados en el periodo post colonial”. Para curar las heridas actuales es necesario hacer curar las heridas dejadas por el pasado.
Los conflictos más antiguos, que resalen a la época pre-colonial, conciernen las disputas por el control del territorio y robo de ganado, en particular entre las poblaciones Ndebele y Shona. La denominación colonial introdujo discriminación racial, que “creó resentimiento entre los negros” y odio entre diversos grupos que constituyen la población del Zimbabue. Con la independencia nacional el Zimbabue vio mejorar las propias condiciones de vida, mientras sus pobladores podían saborear el gusto de la libertad. Pero, escriben los Obispos, “hemos hecho errores en la euforia de la independencia. Hemos olvidado proveer a las necesidades de aquellos que han permanecido traumados por la guerra de independencia, especialmente ex combatientes. Hemos ignorado quienes habían sido golpeados física y psicológicamente por la pobreza, por la discriminación y por la opresión”.
Frente a estos problemas, la Iglesia reitera su esfuerzo por contribuir a la reconciliación nacional: “Como el tema del segundo Sínodo africano nos exhorta, nos esforzamos en ser una Iglesia al servicio de la reconciliación, la curación, la justicia y la paz. Exhortamos al gobierno a mostrar voluntad política, creando un ambiente favorable para la curación y la reconciliación nacional.” (L.M.) (Agencia Fides 2/10/2009; líneas 31, palabras 412)


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