AMÉRICA/PERÚ - Carta del Arzobispo de Lima al clero por el Año Sacerdotal: “vivir nuestra vocación con la alegría que brota de sabernos hijos de Dios en Cristo”

miércoles, 23 septiembre 2009

Lima (Agencia Fides) – “La alegría es un distintivo que debe manifestarse en toda nuestra vida: cuando predicamos, cuando celebramos la Santa Misa, cuando trabajamos en el despacho, cuando administramos el sacramento de la Reconciliación”. Son las palabras del Card. Juan Luis Cipriani Thorme, Arzobispo de Lima, en su carta dirigida al clero con fecha 21 de setiembre, fiesta de San Mateo, apóstol y evangelista, escrita por el Año Sacerdotal.
Al inicio de la misma cita la exhortación del Apóstol Pablo a los Filipenses (4, 4-7) “Alégrense siempre en el Señor, les repito, alégrense”. El Cardenal invita a los sacerdotes, particularmente en este Año, a “vivir nuestra vocación con la alegría que brota de sabernos hijos de Dios en Cristo. De manera muy especial, por el sacramento del Orden, participamos del Único sacerdocio de Cristo”.
El Cardenal recuerda que muchas veces los fieles se acercarán al sacerdote con mayor devoción y confianza cuando lo ven sereno y alegre, que transmite la paz que Cristo pone en su corazón. “Por el contrario, cuando nos presentamos con un rostro adusto y un gesto de fastidio; o con un tono de voz molesto y contrariado los fieles pensarán este sacerdote no está contento con su ministerio, no lo molestemos y buscamos a otro”. El Arzobispo de Lima invitó por lo tanto a buscar en el propio corazón los motivos que puedan estorbar esa alegría, para corregirlos o confesarlos, y continua: “En este Año Sacerdotal, haz propósitos de conversión personal serios y constantes y convéncete que el amor que Dios te tiene es infinitamente misericordioso y te busca siempre para llenarte de paz y alegría”.
Antes de concluir la Carta, el Cardenal Arzobispo de Lima recordó: “¡Qué mejor promoción vocacional que un sacerdote alegre!” e invitó a todo el clero a comprometerse seriamente en este Año Sacerdotal en el camino de la santidad, y “brille así la luz de la llamada a tantos jóvenes”. (S.L.) (Agencia Fides 23/9/2009; líneas 23, palabras 347)


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