ÁFRICA/ MADAGASCAR - “El problema del trabajo infantil es muy antiguo”, afirma a Fides una fuente local comentando un reciente informe de la Organización Internacional del Trabajo

miércoles, 23 septiembre 2009

Antananarivo (Agencia Fides) – “El problema del trabajo infantil es tan antiguo como Madagascar, y sinceramente la alarma sobre un fuerte incremento del fenómeno de enero hasta hoy mi parece excesivo”, afirma a la Agencia Fides una fuente de Radio Don Bosco, principal radio católica de Madagascar, comentando un reciente informe realizado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la UNICEF (fondo ONU para la Infancia) y por el Instituto Nacional de Estadística (INSTAT). Según el informe, la grave crisis política en la que está sumergida la isla desde enero, ha empobrecido mucho a la población, que se ha visto obligada a hacer trabajar a sus hijos para poder incrementar el presupuesto familiar. Según el informe, desde el inicio del año, el trabajo infantil en Madagascar a aumentado un 25%. Los niños y jóvenes entre los 5 y los 17 años que trabajan son 1’800.000.
“Es cierto que la crisis política ha tenido un impacto negativo en la infancia”, afirma la fuente de Fides. “Radio Don Bosco lo ha documentado con una serie de reportajes, en particular en relación con los traumas psicológicos sufridos por niños y adolescentes durante los enfrentamientos de los meses pasados. Estos reportajes han hecho a Radio Don Bosco merecedora del primer premio de la UNICEF para los medios de comunicación que han tratado este tema”.
“Pero esto no significa que la cuestión del trabajo infantil se haya originado a causa de la crisis política, pues ella es más bien un dato estructural de la vida del país, especialmente en el campo, donde resulta difícil convencer a los padres de que manden a sus hijos a la escuela, y lo digo por experiencia directa”, afirma a Fides la fuente. “En el informe, entre otras cosas, se hace referencia a los niños utilizados en las canteras. Pero ya son años que familias enteras, con mujeres y niños, van a trabajar a las canteras. No quisiera quitar importancia al problema, pero me parece que hay un alarmismo ligado a la contingente situación política”.
La crisis política en Madagascar se desató al inicio del año, cuando el ex alcalde de la capital Antananarivo, Andry Rajoelina, promovió una serie de protestas populares contra el entonces Presidente Marc Ravalomanana, acusado de corrupción, de haber restringido los espacios para el debate político en los medios y de no haber promovido una política económica eficaz. El 17 de marzo Ravalomanana dimitió entregando los poderes presidenciales a un directorio militar, el cual, a su vez, los cedió a la Alta Autoridad de Transición, guiada por Rajoelina. El paso de poderes no fue reconocido por la Unión Africana ni por la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC), quienes suspendieron a Madagascar de sus organismos. No obstante el acuerdo de Maputo (Mozambique) firmado por los 4 principales movimientos de política de la isla, la situación sigue incierta (ver Fides 21/9/2009).
“En el plano económico, a parte del turismo y los negocios del ex Presidente Ravalomanana, ninguna impresa ha cerrado las puertas. Ha aumentado la desocupación, pero no de manera dramática, al menos por el momento. Ciertamente, la mayor parte de malgaches vive en condiciones modestas, pero esto sucedía ya antes de la crisis. Los precios de los alimentos están en aumento, aunque muchos sostienen que ello es provocado por los especuladores, quienes esconden el arroz para hacer subir el precio, tal vez también con alguna motivación política, para hacer recaer la culpa sobre la Autoridad de Transición. Sabemos que la última cosecha de arroz ha sido óptima, pero en los mercados hay escasez. Hemos solicitado una explicación a las personas competentes, pero no hemos obtenido ninguna respuesta convincente”, concluye la fuente de Fides. (L.M.) (Agencia Fides 23/9/2009)


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